Las Pruebas

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Cuando comence a escuchar ese ruido, inmediatamente me acerque a la chimenea, para mi sorpresa el fuego se apago y comenzó a formarse con los ladrillos una entrada que estaba completamente oscura, ahí estaba lo que necesitaba así que no podía dar un paso atrás.

Tome el valor y entre, solo hice un Lumus para iluminar mi paso, mientras caminaba escuchaba voces de gente conocida, Máxime, Albus, Severus, Mis padres, Los Higgins, Nisha, Voldemort, Christopher, Melody, McQuoid, Cython, Asian..... , este lugar, la obscuridad estaba llena de los recuerdos de quien entra en ella, de los más dolorosos hasta los más felices.

No dejé que ni buenos o malos recuerdos me detuvieran, seguí mi intuición hasta que me tope con alguien que estaba de espaldas.

Di dos pasos hacia atrás:

- ¿ Quién eres? Voltea.

-¿No reconoces a tu Esposo Eileen?

- ¿Severus?

Acerque mi varita a su rostro y si era el pero ¿que hacía aquí?

- Cariño,¿ que estas haciendo aquí?

- Les dije que sabia donde estaban las pruebas que demostrarían mi inocencia y me dieron un tiempo limitado para venir a buscarlas.

- Me alegro de que estés aquí. - le dije con una Sonrisa y abrazándolo

- Eileen por este lugar se puede llegar a donde deseemos, por que no escapamos ahora!? Adonde tu quieras!.

Rompí mi distancia ese no era mi esposo!, le apunte con mi varita :

- Revelio

En ese momento apareció una criatura de aspecto horrible.

- ¿Quién eres?

- No pude engañarte, Albus dijo que no Podría hacerlo, ¿Que me delato?

- Severus no es un cobarde,el jamás me diría eso ni siquiera de la muerte escapó.

- Ya veo donde estuvo mi Error.

- Reitero la pregunta ¿Quién eres?

- Soy Aesid, guardián de lo que Está aquí.

- Eh venido por algo que me pertenece.

- Si el dijo que vendrías, aquí está lo que buscas. - Estiró su delgada y larga mano con 2 cartas y 2 frascos unidos todo por listón rojo, ambas cartas tenían el sello de Albus.

- Gracias! Pero puedo hacerte una pregunta?.

- Claro

- Si te hubiera dicho que si, que habría pasado?

- Te hubieses quedado aquí conmigo, durmiendo y soñando con todo lo que tu corazón desea.

- No eres malo, pero si engañoso ¿aun tienes algo que resguardar?

- No, esto era lo último pero ahora necesito liberarme de estas cadenas que me mantienen aquí.

- Entiendo, déjame intentar! Bombarda - dije apuntando hacia el lugar donde las cadenas iniciaban.

Se Rompieron en mil Pedazos, a lo que él dijo:

- Cómo es que sabes que no soy malo.

- No lo eres! De otro modo no habría liberado o jamás me habrías entregado tan fácil lo que necesitaba, desconozco el motivo por el que Albus te tenía aquí pero te ves cansado.

- Lo estoy! Gracias por liberarme.

- Solo un favor no vayas por la vida engañando a las personas,soñar sin duda es maravilloso y nos hace escapar de nuestra realidad pero no es la salida, aun que debo confesarte que estuve a nada de decirte que si, no sabes cuanto desee que mi esposo me dijera eso.

Entre un maleficio y Tú siempre estaré yo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora