Todo estaba bien, por primera vez célebre su cumpleaños a Severus y todo salió como quería, ambos nos hicimos un buen equipo, Potter en Febrero paso la prueba del Lago negro y ya esta muy cerca la última, en verdad quisiera cambiar la muerte de ese chico pero Severus me lo tiene prohibido y Cython fue muy claro sobre en que no debo hacer nada. Me exaspera saber que podría cambiarlo y estar atada de manos, incluso se donde esta el cuerpo débil de Voldemort, podría asesinarlo y así también proteger a todos de su regreso, pero no puedo más bien no debo.
-Es sábado y ya a me hacen falta algunas cosas, creo que debo ir al callejón Diagon, pero no quiero ir sola iré por severus- fue lo primero. Que dije en voz alta al levantarme.
Me apresure a estar lista busque a Snape por todos lados pero nada, creo que debo darle su espacio, no quiero que se fastidie de mi, solo le dejaré una nota en su despacho:
"! Cariño buenos días, te busque pero no tuve éxito, iré al callejón Diagon y quizá al Orfanato estoy algo preocupada hace tiempo no me escriben.
Te amo. ¡
Eileen."
Una vez que llegue al callejón vi que la tienda donde conocí a Severus se abrió otra vez, tenían nuevamente delicias como pasteles y galletas olía delicioso, entre y no pude resistir comprar variedad para llevarle a Severus.
Fui a buscar algunas otras cuando vi varios hombres completamente de negro (Mortifagos seguramente) entrar de forma muy extraña a una tienda, lo que más me preocupo fue que vi a uno de mis niños del orfanato llorando, no lo pensé dos veces debía ir por el.
Espere a que entrarán todos y cuando se encerraron en una habitación entre, pude ver a Airon llorando sentado en una silla, deje que me viera pero hice la seña de silencio, con la varita en mano desate sus manos y por legemerancia le dije que teníamos que irnos con cuidado pero que si nos descubrían el corriera y volviera a casa sin importar nada.
Logramos salir y ya estábamos apuntó de irnos completamente cuando otro hombre alto de dientes horribles y que parecía un hombre lobo me detuvo de los hombros.
- ¡Corre Ahora!-
- ¡Eileen!-
- ¡Vete que no entendiste!-
Una lucha se desató ya que salieron otros cuatro mortifagos más,si había otro poder aguardando en mi era hora de que saliera. Solo eso pensaba, durante unos instantes cerré los ojos y creo que funcionó, mis ojos se tornaron Violetas pude ver su reflejo en los cristales que volaban, me sentía muy fuerte.
Cuando pude colocarme en medio de los cinco pude comprobar que todos eran Mortifagos.
-¿Por qué tenían al niño?
- Eso no es de tu incumbencia, no debiste entrometerte, ahora morirás por ello-
- Intentalo- Le dije - Everte Statum.
Y así comenzó otra vez el intercambio de hechizos,ya estaba cansada no estaba acostumbrada a luchar periodos tan prolongados pero notaba mis hechizos más fuertes de lo normal, decidí guardar la varita eh intentar con mis manos, sali de detrás de la Pared donde estaba y dije:
-Pretrificus totalus - los Cinco se quedaron inmóviles, así que no estaba tan loca como creía, aprovechando les quite sus varitas y realice un Obliviate para que no pudieran decir nada al respecto de este encuentro, solo arroje las varitas y me fui de ahí.
Me apresure a llegar al orfanato
-Casi muero hoy y vaya que estoy lastimada necesito pedirle a Severus que me entrene en duelo y debo mejorar mucho para lo que me espera.- Fue mi último pensamiento cuando llegué a la puerta.
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Entre un maleficio y Tú siempre estaré yo.
FanfictionEsta historia hablara de él gran amor de nuestra protagonista por severus snape, los problemas que enfrentarán, todo gira a su alrededor en su mayoría, ¡te invito! empieza ahora y no querrás parar.