Entre un maleficio y Tú siempre estaré yo.

Sombras

Durante las siguientes semanas Severus fue más estricto conmigo, no quería que nada me pasara al menos no por no saber defenderme, después de cada entrenamiento debía bañarme pero al menos ya soy un reto para el.

Cuando nos sentamos a él almuerzo pregunte algo a Severus:

- Amor no hemos tenido oportunidad de hablar de tu casa en la Hilandera, se muy bien que ahí creciste y tienes recuerdos pero me gustaría que ya te mudaras por completo a nuestro hogar y que quizá la casa la pongas en venta. -

- Eileen de momento no puedo pensar en hacer eso, ya que muy seguramente puede ser un punto para que los demás mortifagos me encuentren y aun me ayuda a encubrir tu presencia del Sr Tenebroso. -

- Dime es eso o a caso que aun te recuerda a Lily? No entiendo por qué me escondes, yo no le tengo miedo, supongo por qué no soy ella si no ya estarías diciéndole a todo el mundo que es tu esposa, ya no tengo mas hambre, disfruta la comida subiré a la habitación.-

Cuando me fui me dolió mucho pensar que yo aun fuera sombra de ella, me he esforzado por hacerlo feliz, pero por lo visto no ha sido suficiente. Me encerré en una habitación vacía de la casa esta reservada para alguien más al menos así lo deseo yo, mi tristeza era tanta que hice llover en un día completamente soleado.

- Eileen,¿ puedes abrir la puerta por favor? no tengo idea que hechizo le has puesto. -

- Déjame sola Severus no quiero hablar ahora y no se si quiera hacerlo después, yo no fui a la que era casa de mis padres por que no quería su sombra, por eso este es mi hogar la casa que comparto con el hombre que me case, lamento no ser suficientemente buena para ti, lamento no ser tu Lily.

En ese momento el Sr Tenebroso llamo a Severus, seguro era algo importante ya que había estado todo tranquilo durante estas semanas.

- Aclararemos todo Cuando regrese. - dijo antes de marcharse.

En cuanto se fue, abrí la puerta la única vez que me sentí así de triste fue el día que supe que no volvería a ver a mis padres. Escuché un ruido en la cocina así que baje a ver que era, había llegado una Lechuza de Albus :

" Querida Eileen, espero que las cosas estén marchando bien, debo avisarte que la primer reunión será antes de que inicie el nuevo Ciclo escolar en esta dirección :

Grimmauld Place, número 12 en Londres​.

Es casa de Sirus Black el padrino de Harry, espero te hagan sentir Bienvenida. Por otro lado sobre tu nuevo puesto me interesa que seas la Profesora de Arte Muggle, se muy bien que fuiste maravillosamente instruida ello, y aportarías demasiado a los alumnos.

Los veré pronto.

Albus Dumbledore"

Artes Muggle entonces , me pregunto si los chicos serán capaces de apreciar un poco el arte, será divertido reprobarlos o hacerlos suplicar por una calificación aprobatoria, creo que sabré lo que siente Severus. No se por qué ahora que soy su esposa me siento así quizá muy en el fondo en verdad creo que nunca dejará de quererla al estar en un círculo donde ella estuvo es inevitable su fantasma, ya no quiero pensar en ella.

Me dirijo al Despacho de Severus, a empezado a llenarlo de libros, pero ahí me siento tranquila por que lo siento aquí conmigo, recordé el libro de Ascian, subí por el a la habitación y me encerré en el despacho.

No tenía nada, su portada incluso estaba en blanco, así que solo tomé el libro entre mis manos y le pedí que revelara sus secretos:

- Muéstrame que es lo que escondes-