Alex.
Alguien toca la puerta, voy y me encuentro con los ojos más bonitos del mundo.
—Ojitos, hola, pasa.
—Lamento no avisarte que venía.
—Tranquila, amor.
Le doy un beso y un abrazo. Ella sonríe y me encanta.
—Adoro tu sonrisa.—Le acaricio la cara.
—Tenemos que hablar de algo importante.
Eso llama mi atención.
—¿Estás bien? No me digas que volviste a escaparte, amor.
—No es eso, es otra cosa.
—Sí no es eso. Te diré que sé, que dicen eso cuando quieren terminar una relación.
—¡No! Amor por supuesto no es eso...
La interrumpo con un beso y una sonrisa.
—Lo sé, vamos a sentarnos.
Nos dirigimos al jardín trasero, nos sentamos en el columpio, pero la veo un tanto nerviosa.
—¿Dani?
—Lo siento, es que no sé cómo empezar.
—Como empieza cada libro, por el principio.
Ella asiente y suspira pero no habla.
—Ojitos míos, háblame o de verdad creeré que quieres terminar conmigo.
—Bien ¿Recuerdas el día de nuestra cita? Que vinimos y hablamos aquí un rato.
—Cómo olvidar una de las mejores noches de mi vida.
—Eres muy lindo.—Me sonríe y se relaja un poco.—Te pregunté por tu padre y tú dijiste que siempre quisiste conocerlo, pero que también te daba miedo que hubiera muerto.
—¿Sí?
—¿Qué dirías, si te digo que él está vivo?
Me quedo en blanco al escucharla.
Ahora puedo entender sus nervios.
Miro al frente a un árbol por no se cuanto tiempo.
¿Mi papá está vivo?
Jamás lo di por muerto, pero siempre tuve miedo de que eso pasara.
Pero si no está muerto...
¿Entonces por qué nunca mi mamá pudo encontrarlo?
Volteo a ver a Dani.
—¿Cómo sabes que está vivo?
—Los hermanos de Layla, ellos son abogados.—Empieza a explicarme.—Yo hablé con ellos y les pedí que investigarán. Pensé que tendría algo de información para hace tres días, así darte en tu regalo la información. Pero fue hoy que me dijeron.
La abrazo muy conmovido por esto.
Ojitos...
—¿Qué fue lo que te dijeron?
—Saben dónde vive, en qué trabaja, que hizo todo estos años.—Subo las cejas sorprendido y ella sonríe.—Yo también me sorprendí cuando me dijeron todo eso, pero solo sé que está vivo, el resto lo saben ellos. Quise que tú fueras el primero en saberlo.
Me quedo pensando en todo lo que acaba de decirme, ella me toma de la mano y me la aprieta.
—Yo creí que para ti sería importante saberlo, los gemelos pueden hacer que lo veas, lo bueno es que sabes que tu papá está vivo.
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Escribiendo Nuestro Destino
RomanceDaniela Ramirez y Alex Cooper tienen todo en común, sus amigos, personalidad, música y libros. Pero tienen una diferencia. Que pesa más que sus similitudes. ¿La diferencia? Sus familias. Ella es de una familia tradicional y conservadora. Él es de un...