Escribiendo Nuestro Destino

Todo es mejor con los amigos.

Daniela.

—Esperen no se vayan.—Dice Layla.—Quédense hasta que amanezca.

—¿Por qué hasta que amanezca?—Pregunta Sharon.

—Esto ya lo hacía en Venezuela, pero el día que Sean le pidió a Sky ser su novia y nos quedamos esperando el amanecer, pensé que podría ser una buena tradición con ustedes.

—De acuerdo, pero buscaré mantas.

Sean y Sky van a la casa, mientras nosotros esperamos.

—Hijo.—Escuchamos a Pierre, Alex se voltea y presta atención.

—¿Sí, papá?—Pierre sonríe.

—¿Alexandre y Alexa, pueden estar aquí contigo?

—Después que paguen la inscripción, mensualidad y la cuota de la amistad.—Bromea Carlos.

—Más impuestos.—Sonríe Layla.

Pierre se ríe, sus hijos se sientan al lado de Alex.

Sean y Sky, vuelven reparten las mantas y se sientan.

—Bien, para que Mary no se duerma haré preguntas, todos están obligados a responder, también pueden contar anécdotas.

—Ya Diego no quiere jugar.—Se burla Carlos.

—Estoy segura que Diego es lo suficientemente inteligente para no responder. Muy bien, comencemos con una fácil, o creo que es fácil, pero curiosa. Cariño ¿Por qué no te gusta el nombre de Alexa?

Stacey baja la cabeza.

—Mi mamá hizo que no me gustará, papá fue quien escogió los nombres por una pequeña apuesta, no se cómo, pero lo hizo. Mi mamá me decía que sería grande por tener el nombre de mi abuelo, así que preferí Stacey.

—Y yo creí que sería fácil.

—Me gusta Alexa, es un nombre hermoso y te conecta con tus hermanos.—Le digo a ella, sonríe y asiente.

—Bien ¿Diego, Yasmine paga bien? Quiero un trabajo.

Diego se ríe.

He notado que Layla lo hace reír y él no lo esconde mucho. Yasmine lo ve y alza una ceja.

—A mi me paga bien. No sé si a Jimmy igual.

—Te ganaste un aumento, eso es seguro.

Diego sonríe divertido.

—Bien, ¿Alexandre, que nos puedes decir de ti? Ya sabemos que hablas por señas y eso es genial, pero que más debemos saber.

—Me gusta leer.

—Siento que hablo con Alex. Querido, lo sabemos, necesitamos más. Si prácticas algún deporte, un sueño, una novia, no sé.

Layla entrecierra sus ojos viendo a Alexandre.

—No práctico ningún deporte, a mi mamá no le gustaba eso, sueño con ser escritor, doctor o empresario y no tengo novia.

—Me encanta como se nota en ambos la crianza.—Comenta sarcástico Sean.

—¿Te gusta alguna chica? Porque somos guapos y podemos ayudarte.—Habla Carlos.

—Él dijo que no tenía novia, si le gustará alguien lo habría dicho, así que déjalo.

Layla cambia el tema de conversación, es raro porque ella es la más curiosa.

—¿Sean, algún talento oculto aparte de la magia?