Escribiendo Nuestro Destino

¡Son mis hermanos!

Alex.

—¿Cómo estás?—Me pregunta Diego.

—Muy nervioso, no tienes idea de cuánto.

Hace cinco días me hice la prueba de ADN junto a Xandre y Stacey. Me siento nervioso por pensar estúpidamente que puede que no seamos hermanos.

—Alex, son tus hermanos, sin importar como salga esa prueba, lo son.—Me anima Diego.

—Muy cierto, Mary es tu hermana y no tienen una gota de sangre de los dos.—Se acerca Carlos.—Tus hermanos son geniales, el chico es muy similar a ti y la chica es muy curiosa pero tranquila, me agradan.

—¿Ha pasado algo con su madre?—Habla Derek, mientras veo a mis hermanos con las chicas.

—Papá los sacó de la casa, aprovecharon mientras ella no estaba, tomaron ropa y se han estado quedando en un hotel hasta ahora.

—No entiendo cómo hay padres que no piensen en sus hijos.—Interviene Sean.—¿Lo del divorcio va enserio?

—Sí, los hermanos de Layla están aconsejando a mi papá. Ellos dicen que serán benevolentes si la señora se comporta.

—¿Benevolentes?—Me mira Sean.

—Los hermanos de Layla llevan dos años de carrera y hasta ahora no han perdido ningún caso, ni juntos ni separados. Aparte papá va a pelear la custodia, cosa que será fácil, les preguntan a los chicos con quienes quieren quedarse y evalúan si el padre en cuestión puede.

—Eso está ganado, entonces.—Comenta Carlos.—Me agrada mucho tu padre, es una versión muy adulta tuya.

—Solo que Alex escogió bien a su novia.—Bromea Sean y nos reímos.

Estamos en mi casa esperando que mi papá llegué con la prueba de ADN. He estado compartiendo mucho con ellos estos días.

Mis madres dejaron que se quedarán Xandre y Stacey anoche. Ella y Mary se han vuelto más unidas aunque Stacey la molesta con David, creo que por petición de Layla, además de eso todo bien con ellas.

Con mi hermano he platicado mucho, junto a los chicos, le he enseñado béisbol a él y a David. Ellos dos se llevan muy bien.

Dani, mi bella novia, ha hecho una amistad muy buena con todos mis hermanos, Stacey y Mary la adoran, Xandre le tiene cariño y yo....

Cada día más enamorado de ella.

Siente mi mirada y me sonríe, le devuelvo la sonrisa y viene a dónde estoy.

—Hola, amor.

—Hola, ojitos.

—Nosotros nos vamos, a ustedes les gusta presumir frente a nosotros los solteros.—Bromea Carlos. Se van y me dejan junto a ella.

Dani me toma de la cara, hace que baje mi cabeza para verla a los ojos.

—No estés nervioso, todo va a salir bien.

—¿Tanto se me nota?—Ella asiente sonriendo y me abraza.

Me relajo en sus brazos un rato.

—Me gusta estar así contigo, en tus brazos encuentro mucha paz.—Le digo.

—Acabas de hacer que me enamore un poco más de ti.

—¿Sólo un poco?—Le pregunto sabiendo que la haré reír.

Lo hace y se separa.

—Esta bien. Mucho.—Sonrío y la beso.

Alguien tose y nos separamos.