Epílogo.

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Sharon.

Sonrío viendo como Daniela sonríe.

Suena raro, pero me hace feliz ver a mis amigas felices, tanto Sky como Dani están con unos chicos que las hacen sentir seguras y las aman tal cual son.

—Red velvet ¿Me escuchaste?

—No, Carlos, lo siento. Solo me quedé viendo lo feliz que está Dani.

—Claro que está feliz, estamos a horas de volver a nuestro país. Yo estoy muy feliz por eso y porque ustedes vienen con nosotros.

Observo a Carlos y tiene una gran sonrisa. Estos días esa sonrisa ha parecido permanente, nada lo molesta ni lo enoja.

—¿Tengo algo en la cara?—Me pregunta, supongo que fui muy obvia al observarlo.

—Sólo tu sonrisa.

Él alza las cejas pero me sonríe con ternura.

—Me gusta que digas lo que piensas, eso es genial.—Me toma de las manos.—Espero de verdad que este viaje alcance tus expectativas.

—Creo que lo importante de este viaje es estar juntos y unirnos más.

—Tienes un poco de razón. Le agradezco mucho a Sean por este viaje, de verdad no tiene ni idea lo feliz y emocionado que estoy.

—Lo sé ahora que te escucho, amigo.—Sean sonríe.—Me parece increíble verte sonreír tanto, además esto te lo prometí y es un regalo para ti.

—Gracias de verdad.

Sean vuelve con Sky, escuchamos el segundo llamado para abordar.

Los pasajeros del vuelo 260 con destino a Venezuela, por favor abordar.

Layla y Derek son los primeros en dar sus pasaportes y boletos. Nosotros somos los últimos de los chicos.

—Les deseamos un feliz viaje.—Dice la chica que nos recibe el boleto.

Carlos agarra nuestras maletas y comenzamos a caminar. En un momento me detengo y eso le llama la atención a Carlos.

—¿Algún problema? ¿Olvidaste algo?

—Conoceré a tu familia.

—Sí, claro. Eso es lo que espero y deseo.

Me empieza a entrar nervios.

¡Oh por Dios! ¡No había pensado eso!

—Hey, tranquila. Ellos no van a comerte, abrazarte si, pero comerte no.—Pone sus manos en mi rostro y me hace verlo.

—¿Y si no les agrado?

—Claro que lo harás, eres genial, Sharon.—Me da un beso en la nariz y me hace sonreír.—Ahora vamos, tenemos que aprovechar el espacio.

Caminamos, me siento feliz y emocionada de poder hacer este viaje con mis amigos y el chico que me gusta.

Escribiendo Nuestro DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora