Capítulo 45: "Batallas feroces".

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Kingdom of Blood.


Cassandra estaba decidida a salvar a Carla, pero cuando estaba yendo a por Brenda para pedirle que la acompañara a Medealis, un círculo azul apareció delante de ella.

Tres hechiceros, cuyas ropas estaban manchadas con sangre, aparecieron delante de ella: Máximo y los primos Black.

Ella alzó su catana apenas los vio.

—Estás muy alterada, Cassy... ¿Tenés una quemadura en el hombro? —la provocó Walter—. ¿No deberías estar llorando en tu vivienda?

¿Qué?

Contempló la sangre y aguzó la vista.

No podía ser.

No.

Sin embargo, lo supo al instante.

Amadeo había hecho un hechizo para averiguar quién había asesinado a su tutor, pero no le había contado quién había sido el culpable porque no habían tenido tiempo. Sin embargo, ahora ya no hacía falta.

El odio le invadía cada una de sus células. Los hechiceros habían asesinado a sus padres, y también a su tutor ¡A un hombre inocente! Se obligó a no dejar caer lágrimas... No debía mostrarse débil. Debía enfocarse en causarle daño a su enemigo.

—¡Hijos de perra! —Cassandra se abalanzó sobre ellos a toda velocidad, pero Máximo fue muy rápido: hizo aparecer una espada con su varita mágica y detuvo la arremetida feroz de Haider con la misma.

La adolescente se movió grácilmente, tratando de herir a su enemigo y éste, de esquivar sus ataques.

Mientras tanto, los primos Black prepararon un hechizo de red mágica: era una especie de "trampa" creada con magia que "enjaulaba" a su prisionero. Se trataba de un encantamiento de alta complejidad, el cual lanzaron cruelmente hacia Haider.

La joven alemana, como estaba peleando cuerpo a cuerpo con Máximo, no pudo esquivar la red y cayó al suelo de rodillas, envuelta por la misma. El encantamiento le quemaba la piel y estaba hecho justo a la medida de su cuerpo, apretándola cada vez más. Tuvo que ahogar un grito.

Deseó pensar en algún hechizo complejo para liberarse, pero tuvo que posponerlo, ya que el esposo de Luna intentó cortarle la cabeza con su espada.

Rodó por el suelo para esquivar los ataques de su enemigo, y usó sus piernas para defenderse, a pesar de que la red la quemaba y le resultaba súper incómoda y dolorosa.

Máximo hizo aparecer de su varita una especie de materia viscosa, la cual arrojó directamente hacia las extremidades inferiores de la joven alemana, pero ella la esquivó. La misma quedó pegada al suelo como si fuera una especie de gelatina olorosa de un color amarillento. Cassandra aprovechó el momento para pegarle una nueva patada a su enemigo. Este cayó de bruces, y su mano quedó atascada en la materia pegajosa.

—¡Máximo! —exclamaron los primos Black, quienes estaban concentrados en mantener la red.

Haider decidió dejar de fingir que necesitaba una varita mágica, y apoyó las manos en el suelo. Hacerlo le llevó mucho esfuerzo, la red era magnética, pesada y le hacía arder la piel (le molestaba especialmente en el hombro herido). No obstante, cerró los ojos y se concentró en la composición física del piso, aguzando sus sentidos para evitar que la atacasen.

Pensó en las moléculas y partículas que había en la superficie. Las visualizó en detalle en su cabeza.

—Lo siento, Lord Crewe —musitó, y causó una especie de temblor en el suelo, desestabilizando a los hechiceros por completo.

Medealis [COMPLETA].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora