trece

1K 67 13
                                    

La alarma empezó a sonar, eso quiere decir que había que ponerse en pie.

— Dios, apaga eso — dijo Damiano tapándose la cabeza con la almohada.

— Dami tenéis cosas que hacer hoy, vamos despiértate — dije quitándole la almohada de la cabeza.

— No quierooo — dijo como un niño pequeño.

Se me ocurrió como despertarle de golpe, los besos en el cuello seguro lo despertarían.

Empecé a darle besos por la clavícula al lado de su tatuaje de " Il Ballo De La Vita" luego ya fui a su cuello.

Me cogió del cuello, como a mi me gusta.

— Vale ya me despierto, pero para — dijo mirándome mordiéndose el labio — Te la tendré que devolver esta — dijo mirándome fijamente.

— Ay que pena — dije levantándome y riéndome.

— Ahora entiendo porque te quiero tanto — dijo también riendo — Tenemos el mismo humor de mierda — dijo aún riendo.

— Nuestro humor solo lo entendemos nosotros — dije girándome para mirarlo.

— Oye, hay algo que no me has dado aún — dijo cruzándose de brazos.

— El que, cucciolo? — dije volviéndome a sentar en la cama.

— Mi beso de buenos días — dijo cogiéndome de las caderas.

Le bese. Como siempre era un beso lleno de amor.

Otra vez me vinieron en mente los pensamientos de anoche, se me hizo otra vez el nudo en la garganta y creo que Damiano lo noto.

— Todo bien mi niña? — dijo cogiendome de la barbilla para que lo mirara.

— Si Dami, todo bien — dije sonriendo.

— A mi no me la cuelas Alessia, te conozco y se cuando mientes — dijo esta vez serio — Que se te pasa por la cabeza o que te pasa? — dijo con tono de preocupación.

No sabía su decirselo, creo que no era el momento porque el tenía cosas que hacer y en menos de una hora tenía que irse, tenían una sesión de fotos.

— Dami, no es el momento, creo que es mejor que hablemos lo que me pasa esta noche vale? Te juro que sin falta hablaremos — dije mirándole fijamente.

— Pff — dijo preocupado — Vale, hablaremos esta noche, pero que sepas que me vas a tener preocupado todo el día — dijo acariciándome la mejilla.

•••••

Ya nos habíamos vestido los dos.

El me acompaño a mi habitación y me dio un cálido beso al despedirse.

Me metí en mi habitación y automáticamente solté todo lo que había aguantado desde anoche, total no empezaba a trabajar hasta la tarde así que podía llorar a gusto.

Al cabo de unas horas, dos Iara ser exactos me llegó un mensaje de Damiano:

Oye, mándame un foto tuya, quiero verle la carita a la mujer más guapa que hay en este mundo, porfa 🙏

Joder, mierda, tenia que enviársela ahora, después de haber llorado.

Me limpié la cara como pude para que no se notara que había estado llorando y le mandé la foto, creo que se disimulaba muy bien que había llorado.

Al cabo de unos minutos volvió a llegarme un mensaje de Damiano:

Joder Ale, no me jodas que has estado llorando? Esta noche vamos a hablar seriamente enserio, no me gusta verte así.

Eso de que se disimulaba muy bien no había acabado siendo cierto, lo había notado.

•••••

No le conteste a Damiano, realmente no sabía que decirle.

Ahora me encontraba con Alberto y Pablo planificando las entrevistas que nos quedaban.

Algunas antes de que empezara el festival, durante y cuando acabase, teníamos que entrevistar a los ganadores.

Les conté un poco de lo que más había pasado y ellos me seguían diciendo lo mismo, que no fuésemos rápido.

Se nos pasó la tarde hablando y organizando todo.

Sobre las 20:00pm regresamos cada uno a su habitación.

No había sabido nada de Damiano durante el dia, no sabía si preocuparme.

De repente alguien tocó a la puerta, y ya me imagino quien era.

Era hora de afrontarlo todo y de decirle lo que se me está pasando por la cabeza. Si queremos empezar a tener algo tenemos que ser sinceros, tiene que haber comunicación entre nosotros.

Empecé a temblar y aún no había ni abierto la puerta.

Tengo verdadero miedo de lo que puede llegar ahora cuando abra la puerta, pero no me queda más remedio.

Fui a abrir la puerta.

Abrí la puerta y lo vi, con el maquillaje corrido.

Joder, había estado llorando.

— Dios ven aquí — dijo abrazándome — No sabes lo mal que lo he pasado hoy cuando he sabido que estabas llorando, soy tan sensible que también he acabado llorando yo también — dijo riéndose un poco — Pero bueno, entremos y cuéntame, se sincera, por favor...

Amor sin fronteras // Damiano DavidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora