ventinueve

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Me desperté porque una alarma estaba soñando, y era la del móvil de Damiano.

Teníamos que ir al estudio a saber porque, ah si, por mi sorpresa, ya no me acoraba.

Me giré y Damiano aún seguía durmiendo, no había escuchado la alarma y mira que tiene el móvil.

Me acerqué a darle un beso para así despertarlo.

Nada más separarme lo escuché.

— Que manera más bonita de despertar — dijo rascándose los ojos.

— La que te mereces — dije levantándome de la cama — Ahora espabila que quiero ver mi sorpresa — dije yendo a mirar que iba a ponerme.

— A sus órdenes mi capitana — dijo Damiano riéndose.

— Eres un caso perdió Dami — dije yo también riéndome.

— Pero soy tu caso perdido favorito — dijo abrazándome por detrás.

•••••

Ya habíamos llegado al estudio, y yo estaba realmente nerviosa por mi sorpresa.

Entramos y nos encontramos a los chicos sentados en los sillones.

— Siéntate — dijo Damiano mirándome.

Le hice caso y me senté, seguidamente los chicos se levantaron y se pusieron delante mío.

— Visto que al venirte a Italia con tu querido amor perdido has perdido tu trabajo — dijo Ethan riéndose.

— Hemos pensado en buscarte pues un nuevo trabajo — dijo esta vez Thomas.

— Nos gustaría disfrutar mucho más de tu compañía, así que hemos movido un par de papeles y demás... — dijo esta vez Victoria.

— Hemos decidido que si tú aceptas, serás nuestra manager — dijo esta vez Damiano.

No sabía que decir, nunca había sido manager ni nada, pero sabía de que iba más o menos este mundo, así que tampoco sé me iba a dar tan mal, así que creo que Iara asegurarme un trabajo y un buen sueldo, lo mejor será aceptar.

— Donde tengo que firmar? — dije sonriéndoles.

Los chicos empezaron a gritar de la emoción y a tirarme piropos cosa con la que Damiano obviamente marco territorio, maldito celoso.

Me comentaron que me habían buscado el trabajo porque la antigua manager,  ya no podía hacerse cargo de ellos, aunque les había dejado un par de viajes e entrevistas pendientes.

Me dieron los papeles y todos los archivos de lo que tenían pendiente, y la verdad no era poco, nos esperaban días moviditos a todos.

Como primer destino, teníamos Berlín, en el cual iban a da dar una par de entrevistas.

Doy gracias que la antigua manager lo dejara todo por escrito y detallado, porque si no, ahora mismo estaría perdida.

Damiano me dijo que iban a ensayar y que me dejaba tranquila para que me organizase como quisiera, y eso hice simplemente.

•••••

Habían pasado al menos dos horas y yo aún seguía ordenando todo.

Vi que Damiano entro donde yo estaba, que es justo la sala de control.

Traía una café, que obviamente era para mi.

Como quiero a este hombre.

— Para la mujer más trabajadora que he visto — dijo dándome el café.

— Gracias — dije sonriéndole.

Me levante a darle un beso, lo necesitaba.

— Ya puedes seguir ensayando — dije mirándolo.

— Hemos decidido darnos un descanso de 15 minutos y luego seguiremos, tenemos que estar preparados cuando vayamos a Berlín — dijo suspirando — No me gustaría que nada saliese mal.

Me dio pena que pensara que algo les iba a salir mal, después de haber ganado Eurovisión.

Estuvimos charlando sobre la gira de promoción que tenían y le estuve enseñando un poco la organización y demás, creo que era necesario.

•••••

Estábamos de camino a casa ya, y yo estaba súper cansada después de haber pasado el día entre papeles.

Nada más llegar a casa me fui a la habitación y me estiré en la cama.

Note que Damiano me sacaba los zapatos.

A duras penas me saque la ropa, porque estaba realmente cansada.

Me quede en ropa interior, cosa que Damiano aprobó y el también hizo, estaríamos más cómodos.

Nos metimos en la cama, y en nada nos quedamos dormidos.

Mañana sería el último día en casa de los padres de Damiano, luego estaríamos dos dias en casa de mi querido novio y emprenderíamos la querida gira de promoción.

Amor sin fronteras // Damiano DavidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora