Amor sin fronteras // Damiano David

once

Me levante por la mañana temprano, sobre las 8:00 am, hoy a primera hora teníamos que entrevistar a todos los países, Italia incluido , así que vería a Damiano.

Cuando fui a coger mi móvil vi que Damiano me había devuelto el follow y tenía un mensaje suyo en WhatsApp.

"Hola cucciola, espero que tengas un buen despertar, me he enterado de que nos vas a entrevistar hoy, que ganas tengo de verte ya"

Sonreí ante eso, le respondí que también tenía ganas de verlo, que esta noche había sentido la cama vacía sin el.

Me vestí con uno de mis trajes que había traído y me dirigí a la cafetería, Pablo y Alberto estaban ahí y nada más me vieron tiraron de mi brazo e hicieron que me sentara.

— Señorita Alessia, tú tienes algo que contarnos — dijo Pablo señalándome amenazante — Te vimos salir de la fiesta agarrada de Damiano y ayer no diste señales de vida — dijo todavía señalándome.

— Bueno vale, os cuento, pero no sé lo contéis a nadie — dije sentándome mejor — Salí con Damiano porque iba un poco borracha y para que vamos a mentirnos, nos habíamos calentado mutuamente — me rasque la nuca — Después de eso me lo lleve a mi habitación y pues bueno, pasaron cosas — dije un poco nerviosa.

— Ay que nuestra niña a probado bien al italiano — dijo Alberto riéndose.

— Y no sabéis lo bien que sabe — dije también riéndome — Pero no fue lo único que paso — dije esta vez sería.

— Haber, cuéntanos — dijo esta vez Alberto.

— Me declare, y el se quedó en shock. Yo pensé que me había rechazado y salí corriendo de su habitación porque no quería hacer el ridiculo — pause porque el recuerdo vino a mi mente — Lo único que supe hacer fue refugiarme en el baño y ponerme a llorar, el me siguió hasta mi habitación e insistió en que abriese la puerta del baño , hasta se puso a llorar — dije un poco triste — Yo en cuanto lo escuché así abrí la puerta , no podía dejarlo así. Los dos nos tranquilizamos y retomamos la conversación que por mi culpa había quedado a medias y el sin más, se me declaró, me dijo que estaba enamorado de mi, desde que éramos pequeños.

— Dios, que drama — dijo Pablo flipando — Pero al menos sabéis que os gustáis mutuamente, espero que no vayáis rápido y sepáis cómo empezar algo si lo tenéis, porque dicen que lo que rápido empieza rápido acaba — dijo con un tono de preocupación.

— Estoy de acuerdo con Pablo, pero siento interrumpir esta bonita conversación, tenemos que ir a trabajar, está la furgoneta fuera , nos llevará hasta la sala de entrevistas que hay en el Rotterdam Ahoy — dijo Alberto.

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Ya estábamos en el Rotterdam Ahoy, preparados para entrevistar a todos los representantes. No eran pocos y algo me dice que estaré cansada.

Empezamos con Chipre, y se que acabaríamos con Italia.

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Ya estábamos acabando las entrevistas, solo nos faltaba Italia.

Lo ví aparecer por la puerta, con su puñetera sonrisa que me gusta tanto, en cuanto me vio, esa sonrisa se intensificó.

Empezamos la entrevista, sabía que Damiano no me quitaba la mirada de encima , pero yo no quería seguirle el juego porque si no se iba a notar mucho que el y yo teníamos algo.

Cuando acabó la entrevista, algo cayó al suelo. Me agache a cogerlo, y cuando me fui a levantar me encontré con Damiano mirándome.

— A las 20:00 nos vemos en mi habitación, te tengo una bonita noche preparada — dijo eso y se mordió el labio.

Yo no dije nada, solo asentí.

Damiano, porque haces que se me mojen las bragas con solo hablarme?

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El día paso tranquilo , Pablo , Alberto y yo fuimos a comer a un restaurante en la ciudad, luego fuimos a hacer un poco de turismo.

En cuanto me acordé de algo.

Mierda, no había hablado con Alex desde que salí de España.

Volvimos corriendo al hotel por mi culpa, tenía que hablar con Alex.

Le escribí rápidamente a Alex, viendo que no respondía lo llame.

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Estuvimos toda la tarde hablando, el entendió que había estado ocupada y por eso no le había dicho nada desde que llegue.

Me contó un poco como estaban las cosas por ahí, no había mucha novedad, solo que había visto ayer a mis padres pero nada más.

Por si no os lo he contado, vivo sola en un piso en el centro de Barcelona, cuando tuve los 18 me fui de casa porque mis padres me hacían la vida imposible y actualmente no sé nada de ellos.

Le conté también lo de Damiano, me dijo lo mismo que Alberto y Pablo.

Le colgué porque se acercaba la hora de ver a Damiano.

Me pensé que ponerme, hasta que decidí ir normal, peor eso si, me había puesto mi conjunto sexy, por si las moscas pasaba alguna cosa.

Cuando estuve lista, fui a su habitación.

Toque a la puerta dos veces.

Un Damiano sin camiseta me abrió la puerta. Creo que no me di cuenta pero me mordí el labio y el lo noto.

— Hola, cucciola — dijo sonriendome.