Los alienígenas de Hoia Baciu.

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El momento llegó, esperé esto durante tantos años e imaginé todos los escenarios posibles y este definitivamente no era uno de ellos, estaba ciego con mi mejor amigo aferrado a mi brazo, con un chico rubio desconocido al otro lado y esperando a que un monstruo de dos metros trajera a mi padre para conocerle, pero vamos, estoy en Hoia Baciu y soy yo, la rareza es mi mantra o eso dice mi madre... escuché pasos, era como si una cabra gigante se aproximara, resonaba el suelo como si unas pezuñas le pisaran.

- ¿Qué diablos es eso...? -dijo Maxi con la voz temblorosa.

- Hola -dijo una voz monstruosa y algo femenina, como si un tiburón gigante hablara, qué extraña imagen- mi nombre es Mefisto -¡El nombre que mencionó la noche pasada el alien!

- ¿Qué ocurre? -pregunté despacio a nadie en especial.

- No sé cómo describir lo que está pasando -dijo Maxi ahogado en miedo.

- ¿Dónde está el niño Demonio? -dijo ¿Ella?

- ¿Quién? -pregunté.

- Mírate, idéntico al rey, debí suponer que eran tan agraciado como tu padre a la luz.

- ¿Rey? -preguntamos al unísono con Sedric.

- ¿Dónde está? -la voz de un hombre que se acercaba.

Debía ser él, sonaba como lo imaginé ¿Era él?, cuanto suspenso ¿Por qué tenía que estar ciego hoy?

- Es el de los ojos blancos, señor -dijo la ¿Mujer monstruo?

- ¡Nícolas! -sentí que alguien me abrazaba sobre los hombros apartando a Maxi- ¿Por qué has venido tan tarde?

Olía a pasto y a licor, su abrazo no era cálido.

- ¿Tarde?

- Te esperé años -dijo eufórico el hombre.

- Y yo a ti, no tenía certeza de que vivías aquí, ni si quiera sé dónde estoy.

- ¿Cómo que no sabes? -se apartó.

- Es que no veo, quedé ciego ayer al venir aquí en tu búsqueda.

- ¿Ciego? -dijo- ¡Ah, eso!, es temporal hijo, bueno...eso supongo, que mal que hayas heredado la tela de mí, pero si quieres puedo hacer que veas ahora mismo.

- ¿Puedes?, eso sería genial... espera, ¿Cómo que "puedes"?, ¿A caso eres un alienígena?

- No que yo sepa... te explicaré todo en el momento adecuado...

- No entiendo qué sucede.

Me guió por una escalera que daba hacia arriba, eran como cinco escalones y los chicos me seguían, los oía murmurar, Anthony me ayudó a sentarme en un asiento muy cómodo, tenía cojines hasta en el respaldo, escuché más y más pasos, me estaba poniendo muy ansioso.

- Es un trono -explicó el castaño.

- Mierda -dijo Sedric- ¿Qué está pasando? -preguntó.

- No lo sé -bromeé.

- Oh, lo siento... es que... no sé qué decir, esto es tan novedoso y sorprendente.

- ¿Ahora somos parte de una secta? -susurró Maxi.

- Nícolas -dijo con cierto asombro una voz femenina- ya has empezado a convertirte, un milagro, te tardaste años.

- ¿Quién es? -pregunté.

- Soy Cayce, la bruja de este bosque, sé que todo es nuevo para ti, pero no sé qué tanto debes saber hoy, podrías colapsar con tanta información... -sonaba amable.

El Reino de Morte (l)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora