El Reino de Morte (l)

El impostor de Transilvania.

Me replanteé toda mi existencia, alguien, algún ser se hizo pasar por Josselyne, mi amiga de toda la vida con un claro objetivo, la coronación y no fui capaz de percibirlo, es decir, hubo momentos en los que actuaba de forma extraña, pero nunca sospeché que no fuese ella.

- Insistió en que me coronara -le expliqué a mis amigos en el gran comedor de Sedric- quería que fuera príncipe para que la dejara entrar al bosque, pero nunca fue ella.

- ¿Y si fue Cayce? -preguntó Maxi- ella te coronó como rey, además domina la ilusión -hizo una mueca de desagrado.

- No creo, ella fue amablemente a convencer a Nicky hasta su casa para la coronación, no necesitaba esos trucos baratos -defendió Sedric- ¿Quién pudo recurrir a ese engaño tan bajo?

- Anthony -dije.

- Pero no tiene sentido...

- Él no sabía que Cayce lo iba a traicionar, quizás quería que yo fuera príncipe y ya.

- Personalmente creo que Anthony si sospechaba del plan de Cayce... -habló mi mejor amigo- Y dudo que se haya puesto en peligro por su cuenta.

- ¿Por qué piensas que sabía?

- Es imposible que un demonio tan poderoso no detectara una amenaza como tú, duh -me dijo Maxi con obviedad.

- Bueno, tendremos que investigar -le contestó Sedric- entonces... ¿Tu amiga no sabe sobre los demonios?

- Debí darme cuenta, hubo muchas señales... dijo que Maxi se le hacía guapo, ella nunca diría eso.

- Me siento ofendido -se quejó el castaño- muy ofendido.

- Llegando a casa atenderé esto -expliqué.

- Si, lo mejor es relajarse, lo hecho hecho está -me palmeó la espalda mi mejor amigo.

- Mis amigos llegarán en diez minutos, ¿Me ayudarían a ordenar algunas cosas? -preguntó Sedric.

- ¿De qué es esta fiesta? -le miré curioso.

- Es por mi cumpleaños.

- Diablos, no lo sabía -me inquieté.

- Oh, no es hoy, es en un par de días, pero lo celebraré con ellos aquí, luego quiero hacer algo más personal e invitarlos a ustedes.

- Genial, doble fiesta -festejó el castaño.

Comenzaron a llegar los invitados de Sedric, muchos chicos y chicas de nuestra edad, con diversos tonos de cabello, ojos grandes, rasgados, altos y bajos, por lo menos cuarenta personas de todos los estilos, pero el momento del clímax fue cuando llegó la chica de rizos dorados, ojos claros y labios gruesos, nariz pequeña y un llamativo vestido rosa pálido, todos voltearon a mirarla, inclusive Maxi quedó impactado con la belleza de la joven, ella debía ser Sabrina, la que aparecía en las fotos del rubio, caminó hasta él y lo abrazó con fuerza, se sonrieron y se largaron a conversar lejos de la multitud, ¿Ella sabría lo del beso?, ¿Por qué pensaba en eso?, era insignificante.

- ¿Por qué estás tan inquieto? -me preguntó Maxi confundido.

- Por Josselyne -le dije, tampoco era mentira- creo que pasar la noche aquí sólo le da tiempo al impostor de esconderse.

- No te preocupes, Nicky, nos iremos a primera hora, debemos acompañar a Sedric, sabes cuánto nos ha ayudado... vamos a conocer a sus amigos -me animó.

- No creo que sea una buena idea -me sujetó del brazo y me jaló con él.

Llegamos hasta Sedric que se encontraba con la chica rubia y dos jóvenes más, uno tenía el cabello negro con mechas azules y varios pearcings, el otro era castaño y tenía un moño a causa del exceso de rizos, tenía barba y ojos oscuros.