Si bien podía controlarme junto a ellos que significaban todo para mí, dudaba de mis habilidades de contención frente a un público más amplio y desconocido, no sabía si podría mantenerme firme frente a sacos de huesos y tripas que no me fueran familiares, pero ahí estaba, en medio de una multitud con corazones latientes y exquisita sangre que fluye impulsada desde sus corazones. Las garras comenzaban a asomarse y mis dientes retráctiles amenazaban con salir a escena, que tragedia se formaría en la ciudad si se desatara una masacre tan sólo por un poco de hambre.
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El Reino de Morte (l)
ParanormalPodía sentir que me miraban varios pares de ojos blancos y redondos que brillaban como diez lunas en mi ventana, me seguían a dónde fuera y entonces mi médico dijo que era posible que tuviese un cuadro de paranoia, le creí hasta que mi amigo escuchó...