Temporada 2

10

Llegamos a casa con unas cuántas bolsas, este finde semana habían pintado la habitación y puesto los muebles que compramos semanas atrás.

- ¿Qué te gustaría que fuera?

Me quedo pensando, tener una niña es un poco mas difícil. La menstruación, su primer beso, su primera vez, su primer novio. Al que si le hace daño yo le voy a romper las piernas. O si alguien la piropea o la manosea sin su consentimiento lo voy a pasar con mi Lamborghini por encima.

- Me da igual, sea lo que sea lo voy a querer igual-si es un niño también tendrá los mismo problemas, el caso es protegerle, quererle y cuidarle como se merece.-

Entramos en la habitación que elegimos para nuestro bebé, es la mas cercana a la nuestra. Mientras colocamos todas las cosas me quedo pensando, no tenía mucha barriga y es mejor hacer la sorpresa ahora. Aunque estaba preocupado por si pasaba algo.

- Fierecilla -se giran mirándome y espera que termine- la sorpresa te la voy a dar esta noche, así que ponte guapa -susurro cogiéndola por la cintura y sonrío- mucho mas

- ¿Dónde vamos?

- Ya lo verás esta noche, pero te recomiendo que uses un calzado cómodo

Para la sorpresa no creo que llevar tacones sea la mejor opción, hasta ahora Daila había usado tacones no muy altos.

- Y debes dejar de usar tacones dentro de poco -pongo la mano en su barriga y beso su frente-

- Si papa -se burla-

- No sabia que tenías ese tipo de fantasías-alzo las cejas-

- Idiota -me tira un peluche riendo-

***

Me apoyo en la pared esperando a mi novia impaciente, hace media hora que está cambiándose de ropa porque no le convence lo que lleva puesto.
Suspiro desesperado pasando la mano por mi cara.

- Vamos a llegar tarde fiera -alzo la voz para que me escuche-

- Ya casi

Si, eso me dijiste cuando estabas terminando de ponerte el primer outfit.
Otros diez minutos después y mi novia por fin se planta delante de mí, una enorme sonrisa ilumina mi rostro al ver que por fin se arregló.
Cojo su mano y salgo rápido de la habitación antes de que se vuelva a arrepentir.

- Vas preciosa amor -abro el coche y le guiño un ojo al subirme-

En todo el trayecto intentó averiguar a donde la llevaba, me resistí todo lo que pude en no decirle ni si quiera una pista. Por mi forma de vestir sabia que no la llevaba a un restaurante lujoso, menos mal que estábamos llegando ya porque no creo poder aguantar mucho mas si sigue interrogándome.

- Basta -hago un gesto con la mano- ya estamos llegando

Según digo eso me adentro en la zona donde se realizan las carreras ilegales, nos bajamos y observo divertido la cara de confusión en Daila. Se estará preguntando cual es su sorpresa, me acerco a ella cogiendo su mano.

- Hoy vamos a correr -a veces veníamos solamente a mirar- pero no voy a llevar yo el coche -saco las llaves de mi bolsillo y las pongo en su mano- vas a hacerlo tu, yo estaré aquí esperándote -sonrío-

- P-pero -parpadea sorprendida- ¿te has drogado antes de venir? -sus ojos van de mi cara hacia su mal varias veces- ¿estas seguro? ¿Y si le pasa algo al coche?

- No es la primera vez que lo conduces, confío en ti fierecilla. Se que vas a ganar la carrera y nos llevaremos esa pasta a casa -beso sus labios-

Nos separamos cuando escuchamos a uno de los hombres que llevan la carrera saludarme, antes de que empiece a piropearme me adelanto diciéndole que correrá Daila y ante su mirada paso mi brazo por sus hombros.