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Daryl acelera por la carretera, en un momento para.

—No tardes, te espero en el parking.

Asiento, me bajo y camino por la calle para fingir que estamos tramando algo por separado.
Minutos después siento que alguien me sigue, miro de reojo y puedo asegurar que es el mismo chico que nos espiaba en la casa.
Bajo las escaleras mirando a los lados, finjo hacerle una señal a alguien. Aunque realmente no se la hago a nadie, se que ese chico va a informar a su jefe de todo y lo único que va hacerle es confundir.
Al entrar en el parking, me giro y el hombre se esta yendo mientras habla por teléfono. Me adentro esperando a Daryl y poco después me giro sonriendo al escuchar el rugido de su bólido.
Me adentro de nuevo y mira el reloj quedándose quieto.

—Solo un minuto más y arranco.

—¿Crees que en un minuto estará aquí?

—Es Maccini, y estamos hablando de venganza. Por supuesto que si —suspiro.

Asiento poniéndome el cinturón y me aseguro que este bien apretado.
Pasado el tiempo arranca y baja a otra planta a toda velocidad, frena en seco.
Enfrente esta Maccini con un escolta de copiloto, intento que no se note el pánico en mi cara.
Miro a Maccini, quien sonríe como si hubiese ganado la batalla. Luego miro a Daryl y asiento.

—Hazlo.

Arranca y Maccini hace igual, ambos aceleran a toda velocidad. Uno frente al otro, temo chocar porque ninguno da su brazo a torcer para apartarse.
En un momento Daryl se aparta rozando su coche contra el del mafioso, giro la cabeza y le veo golpear el volante con violencia.

Daryl vuelve a girar y va detrás de Maccini, salimos del parking y vamos en dirección desconocida hasta un lugar abandonado.

Al bajarme me doy cuenta de que no es tan abandonado, parece que es un lugar donde también tiene sus negocios.

O sus torturas, porque este lugar parece sacado de una película de terror.

Los cuatro nos bajamos del coche, el mafioso se acerca furioso hacia nosotros.

—Arreglemos esto entre hombres y en privado, las chicas no valen para este mundo.

Mi novio le mira con una sonrisa arrogante, el mafioso le devuelve la sonrisa y antes de irse le ordena a su escolta que me vigile.

Cuando nos separamos antes de reunirnos al parking, fue para que yo distrajese al escolta y así alargar el reencuentro con el mafioso.

Mi chico malo se reunió con alguien que le iba a dar una cosa y yo tenía que tener sujeta para que no explotase con nosotros en el coche.

Asiente, cuando ellos se van el me mira riéndose para subirse a su coche y ponerse música.

Debe pensarse que soy tan inocente para no hacer nada, ni yo misma me creo lo que voy a hacer.

Un crimen.

Escucho a Daryl gritar una palabrota, esa es mi señal. Me acerco al chico, le cojo del poco pelo y le golpeo contra el volante varias veces. Al estar el coche apagado no se oye nada, se desmaya y yo aprovecho para atarle con una cuerda que tenía escondida en el interior de mi ropa.

Vuelvo al coche cogiendo la bomba que Daryl me dio, vuelvo al coche y la ato a las manos del chico y la activo. Me alejo corriendo, arranco el coche de Daryl y lo alejo bastante.

Escucho pasos corriendo y veo a Maccini, al ver el coche frunce el ceño. Mira el suyo y se acerca por ver a su compañero desmayado, abre la puerta del conductor.

—Mierda —grita.

Sale corriendo justo cuando la bomba explota y el cae al suelo.

A ninguno nos toco la bomba pero a Maccini cayó al suelo por la impulsión de la bomba.

Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora