Temporada 2

28

Observo las vistas que ofrece la ventana del asiento de copiloto. Maccini conduce, los dos hombres van detrás.
Miro por el retrovisor y veo a Daryl siguiéndonos en el Lamborghini.

Sonrío leve y miro el estudio discográfico cuando el coche frena, nunca había venido aquí.
Al bajarme, el mafioso me coge del brazo y me acerca a la entrada, a estas horas de la noche no hay nadie y esta cerrado.
Daryl aparca su coche detrás del nuestro y me mira fijamente.

—Abre.

—¿Con qué? No tengo las llaves —frunzo el ceño mirándole.

Este suspira y mira a uno de sus hombres que esta detrás nuestro, le hace una señal con la cabeza y se acerca poniéndose delante nuestro.
En unos segundos la puerta esta abierta, para nuestra suerte entramos todos.

No sin antes, el mafioso dedicarle una mirada a mi novio. Un chico se ponen a vigilar todo el lugar y veo como sube las escaleras viendo todo el lugar.

En estos momentos Daryl le debió mandar la ubicación a su contacto y decirle que vengan con las sirenas apagadas o todo se jode.

Lo bueno que ya estamos de vuelta en nuestra zona y la comisaría no queda muy lejos según me dijo Daryl.

Busco el despacho de Joe, ando muy lento. Pues voy con bastón y la pierna me duele bastante.

Maccini esta inquieto y sin paciencia, por mas que me meta prisa no puedo.

Encontramos el despacho en la planta baja, mientras el escolta vuelve y mira a Maccini asintiendo.

—Esta todo limpio señor.

—Genial, ahora ábreme ese cajón con llave.

Señala el cajón del escritorio, hablamos de nuestro plan con los chicos. Matt dijo que se quedaría encerrado en casa con Daila hasta que le avisáramos de que todo estaba bien. Y Joe salió para poner un USB vacío escondido en ese cajón como le dijo Daryl.

También se encargó de difundir el rumor de lo que supuestamente había dentro de el y que el causante de esto fue Daryl. Lo difundió a las personas correctas porque en apenas poco tiempo ya había llegado a oídos del mafioso.

El hombre fuerza el cajón, mientras miro el reloj de la pared dándome cuenta de lo tarde que es.

Maccini me empuja a un lado y coge el único USB que hay.

—¿Es este? —me mira alzando las cejas.

—Si —suspiro mirando hacia otro lado.

Camino hacia la puerta apoyándome en el marco de la puerta, enciende el ordenador y trago saliva nerviosa.

—Pide una clave —suspira.

Los tres intentan buscar pistas durante unos minutos, al no encontrar ninguna teclea varias veces en el ordenador.
Luego me miran.

—¿Cuál es?

—Yo que voy a saber, es el ordenador de Joe no de Daryl.

Daryl me deja entrar en su despacho y usar su ordenador el cual tiene contraseñas. Aunque hay archivos que me prohibe abrir, pues tienen cosas sobre ese mundo turbio.

Suspira y guarda el USB.

—Da igual, lo veré en casa. Lo importante es que ya lo tengo, así que mi venganza hacia vosotros la aplazaré hasta que destruya las pruebas y me asegure que no haya más.

—¿Venganza? ¿No tuviste suficiente hoy? —le miro sorprendida.

—Hay belleza, esto solo es la punta del iceberg —sonríe con maldad.