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Daila
| Cuatro años después |

Daryl y yo decidimos esperar a que nuestra hija creciese para casarnos.
Todo nuestro círculo cercano se emocionó mucho por nuestro compromiso, aunque el que más fue Matt. Jamás se hubiese imaginado a su hermano casándose.

Mi hermano me ayudó mucho con algunas cosas de la boda con la que Daryl no puede poner de su parte, como el vestido y el de mi hija.

Quien va a ser la portadora de nuestros anillos, y quien irá vestida de blanco.

Actualmente tiene cuatro años, y es un auténtico tornado.

Nuestra boda es hoy por la mañana, yo me arreglaré aquí y Daryl en casa de su hermano.

Mi chico baja con sus cosas, él me ha contratado a una maquilladora profesional. Aunque yo me he negado y he decidido a hacerlo todo yo.

Miro a Evie, quien baja detrás de su padre.

—Amor, ¿con quién te quieres arreglar? Papá se va a casa del tío Matt.

Ella nos mira a ambos confusa y sonríe señalándome.

—Que traición —ríe.

—Tu no me vas a peinar bien —sonríe mirando a su padre.

—Ahí tiene razón —asiento riendo.

—Adiós papá —se despide con la mano.

Daryl y yo nos echamos a reír, se agacha besando la mejilla de su hija y luego besa mis labios.

—Me voy porque mi hija me esta echando.

Se ríe caminando hacia la puerta y cuando se va cojo a mi hija en brazos.

—Vamos a prepararnos —sonrío.

—Bien —sonríe emocionada.

Después de casi una hora mi hermano entra en la habitación ya arreglado, con su ayuda he ido más rápida en lo que se refiere a arreglar a mi hija y a mí.

Yo me he ocupado del peinado de ambas y de mi maquillaje, en eso no me fio de mi hermano. 

Mi hija se mira en el espejo delante de mí y sonríe, luego se gira mirándome a mí con una gran sonrisa.

—Me gusta mucho mami, seguro que a papá y al tío Matt le gusta como voy.

Me agacho a su altura y sonrío.

—Estas preciosa mi amor, papá y el tío Matt te van a decir lo guapa que estas muchas veces —beso su mejilla.

—Lo sé —sonríe presumida.

—Igual que su padre y su tío —se ríe Jason.

Me levanto y cojo el ramo.

—Vamos o llegaremos tarde —rio.

Jason se asoma por la ventana.

—La limusina ya nos espera abajo.

Jason coge a Evie en brazos y bajamos las escaleras, al salir me aseguro que la puerta este bien cerrada.

—Cuidado con mi vestido tío Jason —le regaña Evie.

—No se preocupe, su majestad —se ríe mi hermano.

Nos subimos a la limusina y suspiro nerviosa, mi hermano me mira alzando una ceja.

—¿Quieres una copa de champaña?

—¿Y llegar borracha a mi boda? —niego.

Mi hija, quien esta sentada a mi lado, se apoya en mí y yo la rodeo con mis brazos.

Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora