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Me sumerjo cuando veo a dos personas, con suerte no me vieron, sonrió divertida y decido jugar un poco. Esta vez soy directa, no me ando con rodeos. Pongo mi mano en su miembro y lo masajeo unas cuantas veces, de arriba, abajo. Acerco mi boca chupando la cabeza, en un movimiento calculado me meto su pene en la boca moviendo mi cabeza hacia delante y hacia atrás.

Daryl
Los dos hombres miran nuestras cosas y después a mi, levanto la mano como saludo, Daila me esta volviendo completamente loco.

- Hola -los señores alzan la voz- ¿hay alguien más por aquí?

Ellos no son tontos, se han dado cuenta de que al lado de mi ropa esta la de mi novia.

- Si, mi novia se ha ido un momento al bosque para orinar

- ¿No hay nadie más?

Aguanto un gemido cuando Daila al mismo tiempo que me hace un oral, masajea mis testículos. Meto mi mano bajo el agua, sin que se note mucho la agarro del pelo y la pego mas a mi sexo, para que se meta mas en la boca, se me escapa un leve gemido y solo puedo negar con la cabeza en forma de respuesta.

Me miran de forma extraña al mismo tiempo que mi novia acelera el ritmo, los hombres me miran una última vez antes de irse. Cuando por fin se van dejo salir un gran gemido de mis labios, Daila sale del agua para poder respirar y la miro con lujuria.

- ¿Ya se han ido?

Como respuesta la beso apasionadamente, mis manos acarician su espalda y viajan hasta su trasero, el cual aprieto con fuerza pegándola a mi.

- Daryl espera -se separa- déjame coger aire que casi muero ahogada

Río ante este comentario y la miro divertido.

- No fui yo quien se quiso esconder debajo del agua y me hizo un oral

Empieza a pegarme en el pecho, lo que me hace reír a carcajadas.

- Bueno -deja de golpearme- si no te gustó yo me voy

Se da la vuelta, antes de que se ponga a nadar yo la agarro de la cintura pegándola a mí, mi erecto miembro esta contra su redondo trasero.

Mi mano baja hacia su vagina, mi pulgar estimula su hinchado clítoris y mis dedos rozan su abertura. Meto dos dedos moviéndolos al mismo ritmo que el pulgar, es un movimiento lento que la esta torturando poco a poco, la conozco para saber que quiere más, mas intensidad y mas acción, que esto la esta volviendo loca, dentro de muy poco estará suplicando por mas.

Pero yo no voy a dejar que suplique, esta vez no. Acelero el ritmo de mis movimientos, esta vez soy yo quien me sumerjo y meto mi boca en su sexo, lo devoro como si fuese un plato exquisito del que me he privado hace mucho. La escucho gemir y retorcerse un poco, aumento mis movimientos hasta que siento que se viene en un grito. Paso mi lengua por su sexo lamiendo todo, vuelvo a la superficie y paso la lengua por mi labio relamiendo todo bien.

La subo a mi, inmediatamente enrosca sus piernas en mi cintura, mis manos agarran sus glúteos con fuerza, entro en ella de una embestida, sus uñas se clavan en mi espalda mientras me muevo rápido y duro.

Cuando siento que esta apunto de llegar al clímax, un dedo roza la abertura de su trasero, lo acaricio y lo voy metiendo poco a poco, al principio se pone tensa pero poco a poco se relaja y los gemidos vuelven.

Muevo el dedo en un movimiento calculado y suave, meto otro moviéndolos un poco mas rápido, mi mandíbula se tensa cuando siento que estoy apunto, las uñas que arden en mi piel me indican que ella también esta apunto. Acelero el ritmo de mis embestidas y unos segundos después un orgasmo se apodera de nosotros con un gemido.

Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora