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Daryl
Al llegar al hospital pregunto por las personas heridas en mí chalet, cuando me dan la noticia una rabia recorre todo mi cuerpo.

Ese hijo de puta se atrevió a tocar a mis hombres y a llevarse a mi hija, esto no va a quedar así.

No puedo entrar en la habitación donde están ellos porque aun están graves y dormidos, hasta que despierten no puedo.

–¿No vino una chica con ellos? –miro a la enfermera.

Me extraña no ver a Daila por esta zona esperándome.

–Si, llegó una con todos ellos pero enseguida vinieron dos policías y se la llevaron a al comisaria.

Seguro es ella, no me hace falta preguntar más, sonrío a la enfermera como agradecimiento. Salgo del hospital y me subo a mi Lamborghini.

"3 hombres han muerto, Giorgio ha entrado en casa y los ha matado. Necesitamos mas refuerzos, también ha secuestrado a mi hija"

Les envío ese mensaje a mis hombres y conduzco a la comisaria a toda velocidad, no tardo ni cinco minutos en llegar.

Me bajo y mientras subo las escaleras marco el número de Daila pero me salta al contestador.

Pero mujer, ¿dónde rayos te metiste? Me va a sacar loco esa mujer.

Me apoyo en la pared y llamo a mi contacto en la policía.

–Sal, estoy en la puerta. Tenemos que hablar, es importante y no voy a esperar.

Cuelgo y guardo el teléfono después de contestar a mis hombres, quienes respondieron mi mensaje.

Giro la cabeza y me enderezo.

–Daryl, ¿qué pasa?

–Mi novia esta aquí, sácala ahora.

–No puedo sacarla porque no está.

–¿Perdón?

–Pero se quien la saco, estuve vigilando a tu novia desde que la trajeron.

–Pues tráemelo o llévame a el, no estoy para perder el tiempo.

Me enderezo y me hace esperar aquí. Dos minutos después salen los dos.

–Daila Stone, ¿dónde esta?

Me cruzo de brazos y este mira a los lados.

–La saque de aquí, llevaba un buen rato siendo interrogada y no la soltaba, Maccini la llamo diciéndole que era Daryl Ortega, su novio para que los policías no sospechasen.

Los que aún no puede tener de su lado, suspiro asintiendo y dejo que continue.

–Quería que saliera ya, así que la ayude a salir y dije a los demás que la había terminado de interrogar  y la deje salir porque tuvo que volver al hospital. Una buena excusa para que no la busquen como sospechosa.

–No se donde esta, lo juro –vuelve a hablar.

–Mientes.

Lo cojo del cuello de la camisa y pego su frente contra la mia.

–¿Dónde esta Daila?

–No lo se, un policía que trabaja para Giorgio me dio un papel doblado y me dijo que se lo diese a la chica, no lo leí. Le di un arma cuando la saque por la puerta trasera pero no sé donde esta, lo juro.

Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora