Temporada 2

15

Maratón 3/4
Daila

Han pasado dos semanas desde que Daryl se fue, este tiempo se me ha pasado mas lento que de costumbre.
Me he dado cuenta de que me acostumbré mucho a mi puertorriqueño y me hace mucha falta, extraño como sus fuertes brazos me rodean cuando estoy mal, para dormir o en algunas posturas sexuales.
Extraño sus besos, feroces y lentos, dependiendo del momento. Sus caricias para tranquilizarme que normalmente me volvían loca, sus dedos que hacen magia por todo mi cuerpo. Todo él.

Cada día me suele llamar, por las mañanas me manda mensajes para que me quede tranquila. Si es cierto que si no se nada de él y tengo que esperar hasta por la noche, me termino volviendo loca. Por las noches antes de dormir me llama por facetime, me cuenta como le ha ido el día y que avances tiene sobre lo de el italiano.
A causa del embarazo me volví mas mimosa de lo normal, cada noche en videollamada le pido que se quede hasta terminar dormida, y siempre lo cumple.
¿Cómo lo se?
Muy simple, confío en él.

En quien no confío es en el italiano, mi novio averiguó muy poco. Mejor algo que nada, ¿no?

Lo único que sabemos es que el italiano esta poniendo a mas gente de su lado, cada vez tiene mas personas para hacer lo que él desea. Policías, matones, incluso políticos. Intuimos que esta planeando algo grande, pero no sabemos el que.
También me contó que días después de volver a New York dejaron de perseguirle y espiarle, empece a pensar que quizás soy yo el problema y sin mi estará mejor, más tranquilo.

Daryl a pesar de l distancia sabia lo que estaba pensando y enseguida me calmó, me dijo que después de todo lo que le contó Joe es imposible que desaparezca así como así. Tiene que ser algo grave, o se esta escondiendo para algo que no tiene pinta de ser bueno.

Solo espero que esta vez no me este mintiendo y se esté guardando información para protegerme.

Esta tarde tengo cita en el ginecólogo, mi hermano me quiso acompañar y no me negué a decirle que no. Me apetece mucho que conozca a su sobrino o sobrina, además de que mis padres no les apetecía. No se molestaron en preguntarme si el bebé estaba bien, si necesitaba algo, si mi novio había conseguido arreglar las cosas o como estaba.

Me da por pensar que Daryl no les ha caído bien y tener un bebe con él no les hace gracia.
Él al principio con esa chulearía, postura y ese pedazo de bólido da mucho que pensar, lo sé de sobra. Pero cuando lo conoces, cuando él se deja conocer a fondo y te deja un pequeño hueco en su corazón te das cuenta de que es muy buena persona.

Que no le acepten por una parte me da absolutamente igual y por otra me importa. Vivo lejos de aquí y no dependo de ellos. Pero por otra parte, son mis padres y aunque sean unos homófobos que tratan a mi hermano como una basura, y les da igual si se muere. Son mis padres, les quiero y joder, tienen que aceptar las decisiones que tomo en mi vida.

Si tomase malas decisiones entendería su comportamiento hipócrita, si, hipócrita.

¿Por qué no pudieron decirnos a la cara lo que realmente opinan de la situación?

Termino de arreglar mi alborotado cabello mientras pienso en cambiar un poco mi vestimenta, últimamente siento que algunas prendas me queda apretadas o me siento incómoda, y no hablar de los zapatos. No entiendo porque me pasa esto si aún no me creció mucho la barriga, ni siquiera estoy de seis meses.

Toco mi barriga deseando que llegue ese mes en el que por fin pueda sentir al bebé, dar patadas, moverse, o alegrarse cuando escuche o sienta la voz de su papa.
También tengo ganas de ver como por primera vez ella tiene a su tío Matt y a su padre, los dos al mismo tiempo.

- Daila, ¿estás lista?

La voz de mi hermano me saca de mis pensamientos, asiento cogiendo el bolso.