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"Hola hermanito, ¿todo bien por casa?
¿Estás bien?
¿Papa y mamá están bien?"

Muerdo mis uñas desesperada, esperando ansiosa la respuesta que no tarda en llegar.

"Si, por aquí todo
esta bien. ¿Por qué?
¿Paso algo?"

Pobre, debo haberlo preocupado, en mi mensaje se me notaba un poco desesperada.

"¿Todo bien por allí?"

"Si, tranquilo. Hace días
que no hablamos y me había
preocupado, cualquier
cosa no dudes en llamarme,
si no te lo cojo llama a Daryl"

Odio mentirle, pero lo hago por su bien.

"¿Seguro que todo esta bien?
Te esta saliendo ese lado
super protector."

"Tranquilo Jason, todo está bien."

Bloqueo el teléfono tirándolo a la cama y me quedo pensando, la vuelta de Maccini no trae nada bueno, espero un bebé y vivo con mi novio en su enorme mansión.

Pero, ¿vivimos juntos porqué él realmente quiere o lo hace por el bebé? Esa pregunta ronda mi cabeza algunas veces, no le quiero preguntar porque temo su respuesta o que se lo tome mal, aunque todo esté bien entre nosotros.

Cierto es que desde aquella noche entre nosotros no hubo ningún problema, la única discusión que tuvimos fue porque no quería parar en una gasolinera porque me estaba haciendo pis, solamente porque estábamos a cinco minutos de nuestro destino, una pelea tonta pero al final acabé ganando yo, le amenacé diciéndole que no aguantaba mas y obviamente paró por miedo a su precioso y preciado bolido.

Salgo de mis pensamientos cuando noto unos fuertes brazos rodearme, ¿cuánto tiempo he estado en las nubes?

— ¿Todo bien preciosa? Te noto ida —susurra mirándome atentamente.

—asiento poniendo mis manos encima de las suyas-. Ya tengo mis cosas listas.

Este viaje va a ser mas corto que los demás, nos vamos hoy y volveremos el domingo por la tarde.

— Entonces vamos —besa mi mejilla separándose, coge nuestras mochilas y se gira mirándome—. ¿seguro qué estás bien? Te noto rara, ¿ha pasado algo al bebé?

— ¿Qué? No, no —le miro—. solo estaba pensando en el trabajo.

— Piensas mucho en eso, desconecta mi amor y aprovecha que estás de vacaciones —sonríe guiñándome un ojo—. usa el baño ahora para no hacerme parar luego cada dos por tres, te espero abajo en el coche.

— No tardo.

Entro al baño, suspiro mirándome en el espejo y me mojo la cara intentando sacar esas ideas horribles de mi mente.

— Tranquila Dalia, todo estará bien —me mojo de nuevo con agua fría—. vais a estar bien.

Pongo la mano en mi barriga cuando termino de secarme y me quedo mirando mi reflejo en el espejo durante unos segundos.

Bajo antes de hacerlo esperar más, me subo cerrando la puerta con cuidado. Por lo que escuché antes supongo que no nos iríamos muy lejos esta vez por si pasa algún inconveniente tener que volver rápido.

Estuvo conduciendo como tres horas, hicimos pocas paradas pero al final llegamos al destino. Menos mal, porque no aguantaba tanto tiempo sentada. Miro el hotel mientras cuelgo mi mochila al hombro, es una ciudad pequeña pero con mucho para visitar.

Cojo la mano de mi amante y entramos al hotel, al acercarnos a recepción me quedo callada mientras mi chico pide las llaves de la habitación, la chica intenta llamar su atención de todas las maneras.

Sin darme tiempo a controlarlo me sale una risa, quien lo diría, antes me ponía furiosa al ver a Daryl pegado a un grupo de fans y ahora no le presta atención a ninguna.

Confío en mi novio pero como siga poniéndole los pechos en la cara le voy a sacar los ojos.

Bueno Daila relájate, vienes aquí de vacaciones no para pelear con alguien que no merece la pena.

— Coge las llaves de la habitación y nota un papel debajo de la ultima llave—. lo siento pero —ríe sacando el papel y levanta la mano que tengo entrelazada con él.

Sonríe caminando cuando tira el papel en el mostrador, le da un apretón a nuestras manos cogidas dando un pequeño tirón para evitar un conflicto. Conociéndome no iba a tardar en sacar los dientes.

Le doy una radiante sonrisa a la recepcionista que me mira atónita y sigo a mi chico hacia el ascensor.

***

Una vez en la habitación, me acerco a la ventana después de dejar nuestras cosas. Hay unas vistas realmente bonitas, seguramente de noche impresionan aún más.

Me giro mirando a mi chico con una sonrisa.

— ¿Quieres descansar o estás muy cansado de conducir abuelo? —bromeo alzando una ceja, siempre tenemos estos pequeños piques que nos llevan a una guerra de cosquillas o a unas cuantas horas de sexo increíble.

— Cuando volvamos por la noche te haré tragarte esas palabras que salen de esa bonita boca fierecilla —susurra todo esto en mí oído—. pero ahora, bajemos a comer algo y conozcamos la ciudad.

Me fastidia cuando me dice eso y se aleja, ¿realmente tengo que esperar horas para tener a este hombre entre mis piernas? Que desesperación.

Tenemos tanta hambre que no nos molestamos en buscar un buen restaurante, entramos en el del hotel y nos sentamos cuando cogemos nuestros platos.

Hablamos sobre que visitar y que hacer estando aquí, en el fondo se que Daryl no le para de dar vueltas al tema de Maccini y yo no se si decirle que lo había escuchado todo, no quiero darle una preocupación más.

Pasamos toda la tarde visitando sitios, convencí a mi novio para ir andando pero me termine arrepintiendo. Visitamos demasiado sitios, muchas subidas y muchas calles para llegar a ellos, nos divertimos pero terminamos agotados.

| Al día siguiente |

Daryl
Me despierto con mi novia abrazada a mí, sonrío acariciando su cabeza con suavidad. No dejo de pensar en que hacer con ese tema, no puedo ir allí e intentar arreglar las cosas, el no sabe que nosotros sabemos sobre sus planes y si se entera puede poner en peligro a Joe, no quiero meter a más gente en esto, no de nuevo.

Suficiente tengo, antes era proteger a Jason y Daila, ahora es Daila y nuestro bebé. Suspiro pasando la mano por mi cara y la giro un poco mirando a mi fiera, sonrío acariciando su cara.

— Prometo que os voy a proteger —susurro—. pase lo que pase mi amor.  

Beso su frente con mucha delicadeza para no despertarla y cojo el teléfono para enviar un mensaje a mis hombres.

Daila
Me despierto al noto una mano rozar la curvatura de mi cuerpo varias veces, entreabro los ojos, tengo bastante sueño y a mis ojos les cuesta acostumbrarse a la luz que entra por la ventana. Al ver a la persona que tengo enfrente de mí me despejo.

— Dar.. —intentó gritar el nombre de mi chico pero me tapan la boca con la mano.

— Silencio preciosa —ríe y mira a Daryl inconsciente a mi lado.

Sigo la mirada del hombre y al ver a mi chico inconsciente me empieza a dar un ataque de nervios, no se como reaccionar o que hacer para salir de esta y pedir ayuda.

—le miro con rabia— ¿Qué le has hecho Maccini? —consigo hablar cuando suelta su mano de mi boca.

Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora