La prueba había terminado. Los jovenes restantes que se hallaban dispersos en el patio, se dirigían a sus respectivas habitaciones. Poco más de la mitad, había conseguido aprobar.
Naruto se limitaba a observar en dirección a las gradas. Después de que le tocara efectuar el tiro al blanco, había visto como Sasuke se retiraba sin mayores ceremonias. Como si hubiera estado esperando para comprobar si lograba pasar el examen. Y aunque por dentro odiaba admitirlo, Naruto había tenido más de un momento de vacilación en sí mismo. Había dudado de conseguirlo, pero allí estaba. Luego de que Sakura acertara en todos sus turnos, el lo había hecho por igual.
Minutos antes, había acordado quedar con Sakura y Sai en la cafetería para celebrar ese triunfo en equipo. Sin embargo no se sentía especialmente animado para ello. Aún pensaba en Sasuke...
¿Por qué no simplemente lo olvidaba y se enfocaba en lo importante?
Había algo en el Uchiha que le atraía irremediablemente. No solo se trataba de deseos de superación. En realidad deseaba que al menos fueran amigos. No quería que su posible amistad se fuera por la borda, asi sin más.
Decidió ir a buscarlo para comunicarle lo que pasaba por su cabeza. No tuvo que andar mucho para encontrarlo.
Sasuke estaba a espaldas del patio, había llevado algunas piezas de la actividad pasada y ahora parecía entrenar sus lanzamientos en un círculo de tiza que había trazado en el centro de un árbol.
Naruto lo observó atentamente en silencio, contagiandose interiormente de la rivalidad que desbordaba Sasuke Uchiha. Y es que a pesar de haber acertado todos los tiros, tenía una expresión insatisfecha, como si buscara la perfección absoluta. Era una tontería.
Los puños de Naruto se cerraron a los costados de su cuerpo. De nuevo sentía enojo al recordar cómo Sasuke los había abandonado de la nada. Se mantuvo en silencio hasta que vio a Sasuke caer de rodillas y presionarse el ojo izquierdo con la palma de su mano en tanto jadeaba con cansancio.
Naruto se debatió un momento entre acercarse o quedarse en su sitio. Finalmente corrió para ayudarle a levantarse.
-Sasuke- le tendió el brazo al llegar a su lado. El susodicho trató de regular su respiración, cuando lo logró, se incorporó por su cuenta, inexpresivo.
-Alejate, perdedor- echó a andar en la dirección contraria, dejando a Naruto furibundo a sus espaldas.
-¿Por qué actúas así, bastardo?- ahí estaba de nuevo, esa barrera sólida que Sasuke se había encargado de construir en torno a ellos, impidiendole acercarse aún cuando no tenía malas intenciones y solo pretendía ayudarle.
Al saberse seguido, Sasuke detuvo sus pasos. Retiró poco a poco la mano de su rostro y mantuvo la mirada al frente.
-El que antes te haya besado, no significa nada.
Aquella aclaración solo sirvió para que alimentar el enojo del Uzumaki. Él ni siquiera le estaba increpando sobre ello. De un modo u otro, Sasuke quería mantenerle a raya.
-Sakura y tú eran un estorbo. Me sorprende que sigan compitiendo, pero eso no significa que puedan llegar más lejos.
Algo en la mente de Naruto pareció hacer "click" finalmente ante semejantes palabras.
-¿Intentas convencerme de que lo mejor es darme por vencido?
Por toda respuesta, Sasuke siguió su camino.
Esa noche, Naruto no pudo conciliar el sueño. Había recibido un severo regaño de parte de Sakura, y una mirada indiferente de Sai después de que les abordara en sus respectivas habitaciones. Primeramente se había disculpado con Sakura, excusandose de que se había olvidado por estar observando a otros de los jovenes internos practicando. Aquello no era verdad, pero tampoco era una mentira en su totalidad. A Sai le había dado lo mismo, aunque minutos antes de que apagara la luz de la pieza y se acostara en la colchoneta junto a la cama, le había hecho una pregunta de lo más extraña.
Le había preguntado qué era lo que sentía por Sasuke. Y por más que Naruto intentó explicar que entre ellos no existía nada, al final había terminado sumido en un silencio impropio y meditabundo.
Durante casi toda la noche pensó en Sasuke. En su obsesión por perfeccionar una actividad en la que había sobresalido del resto. Recordó verlo jadear exhausto y cubrirse un ojo con pesar.
¿Acaso Sasuke estaría herido?
Al calibrar la posibilidad, Naruto se sentó de golpe. Hasta ese momento no había reparado en lo delicado del asunto. Sasuke era tan pretencioso y orgulloso que, seguramente, se aguantaría el daño antes que pedir ayuda. Y debido a la molestia que le habían generado sus hirientes palabras, Naruto no reparó en nada más hasta ese instante.
Tenía que verlo. Asegurarse de que estaba bien al menos.
En silencio, salió de la cama, y sin importarle estar en pijama, abandonó el cuarto para ir al de junto. Tenía los nudillos cerca de la puerta, y estaba a punto de tocar cuando oyó voces en la planta baja. Rápidamente Naruto se acercó al barandal y observó a los compañeros de Sasuke. Juugo caminaba detrás de Suigetsu, quien llevaba a Karin desmayada en brazos.
Naruto contrajo las cejas en actitud pensativa, tratando de hilar en vano lo que estaba pasando.
¿Por qué el equipo de Sasuke y el propio Uchiha estaban tan empeñados en ser más fuertes?
Era antinatural el hecho de que pasaran la prueba tan fácilmente, tal como le había narrado Sakura. Y encima tenían energía suficiente para continuar entrenando tras ello.
¿Qué pretendían?
-Sasuke...- se volvió hacia la puerta, replanteandose si debería esperar o actuar rápido. El problema era que Naruto ni siquiera tenía idea de a qué se estaba enfrentando.
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Réquiem.
FanfictionCuando la tragedia azota sus vidas, deberán aferrarse al contrario. SasuNaru.