• NO DEBISTE DEJARME • [DKi//Yoonmin]

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Espero que les guste y gracias por seguir aquí.

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Agust había estado muy ocupado investigando sobre la zona este. Esa mafia ya les había causado problemas años atrás con una serie de asesinatos. Por eso, No-Hope decidió infiltrarse, aunque esa idea no le gustaba ni a su compañero ni al señor Park. No obstante, era lo mejor que tenían.

—¡Oye, rubia mal teñida! —lo llamó una voz grave.

—¡¿Qué demonios?! —exclamó sorprendido— Y a ti, ¿quién te enseñó eso?

Él estaba todo tranquilo, chequeando varios documentos y cámaras escondidas en su nuevo departamento, cuando su mejor amigo llegó para fastidiar. Kim Taehyung, posiblemente, la única persona que lo comprendía. Ambos se querían mucho, aunque nunca lo dijeran, y confiaban en que el otro no los pondría en riesgo.

—Fue Jeon —contestó sentándose a su derecha.

—¿Volvieron a hablarse?

—Podemos decir que volvimos a ser amigos —dijo con una sonrisa sincera decorando su rostro.

—Esto me huele a otra cosa —bromeó Agust mientras dejaba su trabajo de lado.

—Tal vez. —Se sonrojó. —Realmente quiero intentarlo de nuevo. —En eso, baja la mirada. —Sin embargo, aún tengo miedo... ¿Y si todo se pone difícil? ¿Seré capaz de luchar por él?

—Eso no te lo puedo responder, pero...

Ring, ring, ring ~

El celular de Tae sonó de repente. Es su padre quien llamaba. Esto es muy extraño, pues es día de semana. El presidente debería estar muy ocupado como para contactar a su hijo.

—¿Aló? —respondió el castaño con su expresión algo descompuesta.

—Hijo —dijo una voz grave y fría desde la otra línea. Se notaba que estaba nervioso, ya que, usualmente, hablaba con ánimos—, tenemos un grave problema.

¿Un grave problema? ¿Qué diablos estaba pasando? Creía que todo iba bien. De hecho, hace dos días habían inaugurado un nuevo hospital en Daegu. Todos parecían satisfechos por la eficiencia del gobierno de su padre.

—¿Qué paso? —pregunta aún sin poder creerlo.

—Será mejor que lo veas por ti mismo. —Suspira afligido. —Prende las noticias y, luego, ven lo más pronto al Palacio. Te espero. —Entonces, suelta otro suspiro. Algo malo estaba pasando sin duda. —Ten cuidado. La prensa puede ser violenta.

Por su lado, Agust no comprendía por qué su amigo lucía tan pálido. Se notaba que algo lo asustaba. Sin embargo, se negó a preguntar. No quería incomodarlo en un momento que parecía tan difícil.

—Pon el canal de noticias —le pide con la voz temblorosa mientras cuelga la llamada.

—En seguida. —Sujeta el control y marca el canal 12. En eso, tanto él como Tae quedan totalmente paralizados.

Jeon Jungkook, 21 años. Este joven quien, al parecer, mantiene una relación secreta con Kim Taehyung tiene una larga lista de precedentes criminales.

—Putamare...

Luego de la fatídica muerte de sus padres en un incendio de origen desconocido, dejó la secundaria a los 15 años. Después de esto, comenzó una carrera como ladrón de tiendas durante un par de años. En eso, fue detenido cuatro veces y, posteriormente, liberado por motivos desconocidos. Luego, se perdió su rastro cuando cumplió los 19 años. Por eso, no se tiene conocimiento sobre a qué se dedica hoy en día.

—Mierda —suelta Tae de impotencia.

Estaba muy asustado, más por Jungkook que por él. Lo había metido en un gran problema. Si los periodistas investigaban más, podrían descubrir todo lo oculto detrás de su nuevo trabajo. Descubrirían que es un sicario y, posiblemente, indagarían en su amistad con Agust, quien también estaba metido en ese mundo.

—Tengo que avisarle al señor Park —añade el rubio de repente.

—Sí, avísale. —Se levanta con rapidez y busca su casaca. —Yo iré a hablar con mi padre. —Su mirada sigue perdida y sus movimientos son torpes. Pobrecito. ¿Ahora qué haría? —Te veo luego. Chau.

—Chau.

Entonces, prende su celular para avisarle a su jefe sobre lo sucedido. Sin embargo, un mensaje misterioso lo distrae.

—Número desconocido —lee en voz alta.

Hola, Agust. ¿O debería decir Min Yoongi?

¿Qué estaba pasando? Nadie debería conocer su verdadero nombre. Lo había estado ocultando por tanto tiempo que no tenía sentido, a menos que...

Ya me conoces, cariño. 😉 Soy quién buscas: Kim Seokjin. Supongo que ya sabes mi nombre. 🤣

No sabía por qué, pero esas caritas solo lo estresaban más. Sus manos le temblaban y unas gotas de sudor aparecían por su frente.

Bueno, cariño, el motivo de mi mensaje es porque encontré a tu gatito saliendo de un bonito edificio cerca del centro. Es muy lindo, ¿no crees?

Y, al parecer, está solo.

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