• NO DEBISTE DEJARME • [DKi//Yoonmin]

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Hola. Hoy acabaron todos mis exámenes, así que actualizaré todo. Espero que les guste el capítulo.

No se olviden de votar y comentar.

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Imagina que tu último recuerdo es recibir un golpe en la cara, pero luego despiertas en un sofá suave y pulcro. Raro, ¿verdad? Bueno, eso acaba de pasarle a Jungkook, también conocido como Killer Bunny. Al parecer, alguna alma caritativa curó sus heridos y le dejó dormir en su hogar.

—¿Qué es todo esto? —se pregunta en voz baja al reconocer algunas pinturas sobre la pared.

Ese diseño tan irregular, semi cubista, y esos colores vibrantes solo podían ser obra de Taehyung, su ex. Sabía que el hijo del presidente adoraba pintar en secreto, pues piensa que no es lo suficientemente bueno para mostrarse. Sin embargo, hay un potencial oculto en todo ese sentimiento infantil y a la vez profundo que plasma en sus pinturas.

—Veo que despertaste —le dice una voz gruesa desde la otra esquina de la sala.

El castaño viste una sencilla pijama plateada y unas pantuflas de oso. Su cabello alborotado le da una apariencia tierna y su mirada somnolienta causa una ola de sentimientos del pasado en Jungkook. Es precioso, sin duda alguna, pero también un hueco en el pecho.

—Gracias —contesta secamente.

—No podía dejarte hecho un desastre. —Camina hacia la refri para servir dos vasos con agua.

Mientras tanto, el chico con tatuajes se levanta con cuidado para acomodar un poco su ropa arrugada y su cabello. Luego, voltea hacia el espejo para ver el desastre cómo lo dejo Agust.

—¡Putamare! —grita al notar que tiene tres horribles moretones en la cara y un corte en la mandíbula.

—Ten —dice Taehyung ofreciéndole agua y un paracetamol.

—Gracias.

Jungkook traga la pastilla junto con la bebida y hace un gesto agrio por la incomodidad de la acción. Sin duda ese rubio lo pagaría; había arruinado su cara.

—No luces tan mal —comenta su ex también mirando hacia el espejo—. Pareces todo un chico malo. —Sonríe.

Ay, esa maldita sonrisa cuadrada, tan linda y dolorosa. Tan solo le traía recuerdos de lo hermosa que había sido la relación hasta que su identidad salió a la luz. Le dolía haber sido botado de esa forma tan injusta.

—Supongo que debo irme —soltó algo incómodo.

—Oh.

En ese momento, Taehyung recordó todo de golpe; por un momento lo había olvidado. Jungkook ya no era su novio y no podía recuperarlo. La prioridad era el puesto de su padre. ¿Qué pasaría si los medios se enteraran de que el hijo del presidente salía con un asesino? Sería horrible para toda su familia.

—Adiós —se despidieron al unísono antes de que el pelinegro cerrara la puerta y tomara rumbo hacia quién sabe dónde.

¿Por qué dolía verlo irse? Tal vez Taehyung estaba siendo muy paranoico, tal vez no debió terminarle en primer lugar. Tal vez hubieran logrado estar juntos ocultándose de la prensa, como una relación secreta. Sin embargo, no tuvo el valor para luchar por eso. Tal vez nunca lo tenga.

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En el siguiente sabremos qué pasó con Agust y Kitty la noche pasada.

Besos.