• NO DEBISTE DEJARME • [DKi//Yoonmin]

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Luego de esa desastrosa cita el sábado, Kitty Gang tuvo que volver al trabajo junto con su compañero Killer Bunny. Al parecer, su papi tenía problemas con un distribuidor de la zona este, quien se quedaba con más de lo que le correspondía. Por eso, le encargó a su hijo que lo secuestrara y torturara hasta la muerte.

¡Oh, pobre estúpido! Ese hombre se arrepentiría en el infierno por intentar burlarse del gran señor Park. No tenía ni idea de lo que le esperaba.  Por favor, ¿quién esperaría recibir toda la ira de Kitty Gang? ¡Pobre pedazo de basura!

¡Deténganse, por favor!

—¡¡Y se fue!! —grita completamente furioso mientras le clava un cuchillo al enemigo de su padre— ¡Me dejó en el baño con la palabra en la boca como si fuera cualquier cosa! ¿Puedes creerlo? —Saca el arma de esa carne sangrante para luego clavarla otra vez y sacudirla con brusquedad. —¡¿¡Quién se cree!?!

¡Ahhh! ¡Piedad!

—A ver —dice Killer Bunny un poco confundido—, ¿acaso no querías que te dejara en paz?

—O sea, sí, —Vuelve a retirar el cuchillo. —pero no. —Lo lanza al piso ya cansado del mismo juego.

Por favor, por favor, déjenme ir, por favor, por favor.

—¿Te das cuenta de lo ridículo que suenas? —Suspira. —¿Quieres el ciempiés?

¡No! ¡No! ¡Por favor!

—Sí, por favor. —Recibe el escabroso animalito sin hacer muecas de asco. —Y, ¿acabas de llamarme ridículo? ¿Tienes idea de todo lo que tuve que aguantar por culpa de Agust? —Pone el ciempiés sobre la herida de su víctima. —¡Me estaba ignorando!

¡¡¡Ahhh!!! ¡Sáquenlo! ¡Sáquenlo!

—Ay, ¡ya cállese! —exclama el pelinegro— Estamos teniendo una conversación seria por aquí. —Le tira una cachetada al maldito ese. Por suerte, así logró silenciarlo, aunque este seguía moviéndose por el dolor. —Bueno, ¿qué te iba a decir? Mmm... Cierto. —Suspira. —Eres como esas mujeres de las novelas...

—¿Qué? —lo interrumpe Kitty alzando una ceja.

—Ya sabes. Esas que, a pesar de estar enamoradas o tener pareja, prefieren siempre tener la atención de todos. Por eso, aunque exigiste que Agust te dejara en paz, no soportaste que cumpliera. Te importa más su atención que tu “tranquilidad”.

Las palabras de Jungkook eran un golpe muy duro. Lamentablemente, tenía toda la razón sobre la forma en la que se sentía Kitty. Él amaba robar todos las miradas y corazones —otro motivo por el que siempre peleaba con su ex—. Por eso, lo que vivió en esa pizzería lo enfureció.

—¿Y eso qué? —respondió haciendo un puchero forzado— Aquí la víctima soy yo. Tuve que ver cómo te golpeaba, me trató como un objeto...

—Tú haces lo mismo con él —lo interrumpió Killer Bunny— Bueno, algo parecido.

¡Sáquenme este insecto! ¡Por favor! ¡Está debajo de mi piel!

—No eres divertido.

—Y a ti te falta coherencia.

¡¡¡Piedad!!!

—Cállese —gritaron al unísono. Sin embargo, el hombre no se callaba. Era insoportable.

¡Bam!

Kitty disparó el gatillo de la pistola rosa que guardaba en su cinturón. Así, mató a su víctima. Al fin tendría algo de paz para discutir con su amigo.

—Bueno. —Suspiró algo exasperado. —¿Estás de mi lado o no? —Alzó una ceja mientras jugueteaba con su linda pistola.

—Estoy de tu lado —respondió el pelinegro con el ceño fruncido.

—¡Gracias!

No obstante, Jungkook sabía que su novio y amigo estaba mal. Si antes culpaba por todo a ese rubio mal teñido, ahora tenía razones para incluir a Kitty. O sea, ¿en qué había estado pensando? Esa relación era pura toxicidad. Sin embargo, se notaba que se amaban, muy a su manera, pero lo hacían.

Ahora, lo único que quería hacer era ayudarlos. Ya no soportaba estas peleas sin sentido ni estas discusiones incoherentes. Por lo tanto, decidió llamar a alguien que conociera bien a Agust, lo suficiente como para ayudarlo a reunir a esta pareja.

—¿Aló, Kim Taehyung?

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