• NO DEBISTE DEJARME • [DKi//Yoonmin]

🔥37🥀

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—¿Te duele? —dijo Seokjin con una maniática sonrisa pintada en el rostro.

Tenía varios golpes y heridas sangrantes. Sin duda había dado pelea antes de ser atrapado, pero no pudo escapar de todo el equipo Park. Ahora, lo único que lo mantenía vivo eran sus ganas de vengarse.

—Tu lindo hijito —continuó— se entregó a mí, a su hermanastro.

—¡Él no lo sabía! —gritó el señor Park antes de darle una cachetada que volteó su rostro— Y tú... tú...

—Yo me encargué de volverlo lo que es —dijo mientras salía sangre de su boca—. Cada vez que lo veas, tendrás que recordarme porque Kitty Gang es mi creación. ES MÍO.

El jefe no quería escuchar, se negaba a escuchar a ese desgraciado. Había decidido que nunca aceptaría esas palabras. Su querido hijo no era creación de nadie; solo era él mismo. Sin embargo, su inconsciente sabía muy bien que antes era muy distinto.

—El arma, No-Hope —le ordenó a su subordinado, quien estaba parado al lado de la puerta.

—Sí, jefe —respondió con voz monótona mientras preparaba una bella pistola de color plateado.

Luego, lo único que se escuchó fue un disparo y una risa enfermiza. Fue como una melodía para recibir a la muerte.

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Eran las siete de la tarde, pero a Jungkook no le importaba. Lo único que rondaba por su cabeza era Kitty. Tenía mucho miedo de perderlo y los murmullos chismosos de sus compañeros no colaboraban.

—¡Ya cállense! —bramó Mina.

¡Miau!

En eso, el doctor volvió con un nuevo documento en sus manos. Lucía aliviado y cansado a la vez. Parecía que al fin habría buenas noticias.

—Agust acaba de despertar y sus signos vitales son estables —informó leyendo sus notas—. Mmm... Y, bueno, al fin logramos estabilizar a Kitty. Ahora se encuentra descansando, pero debo decir que no podrá moverse por unas semanas.

—Gracias, doctor —dijo Jungkook con alivio—. ¿Puedo entrar?

—Lo mejor es esperar hasta mañana. No queremos despertarlo o le dolerá demasiado porque fue sometido a una operación invasiva.

—Entendemos. —Sonrió la asistente sin soltar a Minie, quien quería bajarse de sus piernas. —Le avisaré al señor Park personalmente. Buenas noches.

Luego, se despidió formalmente del pelinegro para dirigirse a la oficina del jefe. Sin embargo, antes de irse, le encargó cuidar a la mascota de Kitty, quien quería correr por los pasillos y arañar paredes. Después de eso, finalmente se fue.

¡Miau!

—¡Killer Bunny! —gritó uno de sus compañeros— El joven Kim ya está hablando sobre ti en las noticias. ¡Ven!

Algunos hombres que fueron al operativo seguían en el tópico, pues no tenían fuerzas para caminar. Ahí, había una televisión inteligente en la cual se reproducían las noticias. Todos estaban muy atentos a la entrevista, pues afectaría el destino de la mafia Park.

Jeon Jungkook... Sí, llevaba esperando esta pregunta con ansias.

Lucía muy guapo, como siempre. Su piel bronceada resaltaba, dándole un aspecto americano, y su sonrisa iluminaba todo el set. Vestía una camisa azul de mangas largas y unos pantalones grises. Además, llevaba unos lentes de marco negro, los cuales le daban un aspecto de good boy.

Mi respuesta es que sí. Lo conozco, hablamos y disfrutamos nuestro tiempo juntos. ¿Por qué negarlo?

Sus ojitos mostraban burla, como si tuviera un as bajo la manga. Estaba listo para callar bocas.

Sin embargo, así como yo no puedo negar lo bien que me cae el joven que ustedes tacharon de criminal y aprovechado, ustedes no pueden negar que están exagerando todo. Están criticando a un joven que no tiene ninguna reincidencia desde hace un largo tiempo. Él está cambiando y por eso lo conozco.

Ahí comenzaba la mentira. Una historia que no le costó ni un dólar al Estado.

Está iniciando a cambiar su vida con mi ayuda y ustedes lo atacan. ¡Han sacado todo de contexto! Además, ¿por qué les importa mi vida personal?

Mi padre es el presidente, yo no. Por eso, les pido, con el respeto que todos merecen, que dejen de interesarse en lo que hago. Mi vida no es tema para sus chismes.

Gracias.

Entonces, una lluvia de aplausos estalló en el tópico. Ese joven era un ídolo y ya le caía bien a todos. Sin duda, era alguien que llegaría lejos.

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