• NO DEBISTE DEJARME • [DKi//Yoonmin]

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Ando feliz, así que nuevo capítulo. Ah, y, por cierto, me salió Agust peruano, alv.

¡Chimpún, Callao! (Ya pronto entenderán)

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Agust no había apartado su mirada de Kitty durante toda la noche. No sabía si acercarse o esperar a que Killer Bunny se fuera. Ambos se veían muy bien juntos, se notaba que disfrutaban de la fiesta. Sin embargo, a pesar de que la sonrisa de su ex era una luz para su vida, no le gustaba verlo con otro. Sentía su sangre hervir cada vez más, aunque no llegó a ebullición hasta que los vio besarse.

—¡Oye, tú! ¡Deja a mi novio!

En ese momento, su amigo de piel bronceada le permitió hacer su escándalo. Sabía que Agust no se calmaría e incluso empeoraría si no se liberaba. No obstante, tampoco quería un desastre en Dionysus, así que se apuró para llamar a seguridad.

—¡¿¡Qué mierda te pasa!?! —gritó el chico tatuado al darse cuenta de que el imperativo era para él.

—Oe, no te hagas al valiente, conshatumare —Lo sujetó Agust del cuello de la camisa.

—Suéltame, rubia mal teñida. —Lo apartó. —¡¿Qué te pasa?!

—Lo que pasa aquí es que Kitty se va.

Entonces, sin pensarlo mucho, sujeta a su ex de la muñeca para llevárselo de ahí. Sin embargo, no esperaba que este se opusiera.

—¡Déjame, maldición! —Se sale del agarre con fuerza. —Tú terminaste conmigo, estúpido —dice con los ojitos cristalinos.

—¡¿¡Eso te da motivos para andar de puta con...

—¿Cómo me llamaste? —lo interrumpe mientras su mirada escupe llamas. Al parecer, todo rastro de tristeza se borró de repente y el alcohol que había ingerido perdió su efecto.

—P. U. T. A —continuó Agust, quien seguía diciendo cosas de las que se arrepentiría cuando estuviera sobrio—. Puta.

De repente, Jungkook le tira un puñetazo en la mandíbula, casi partiéndosela en dos. Él había ido a divertirse, a demostrar que estaba bien y presumir su alegría, no para soportar que un borracho insultara a su novio. Sí, veía a Kitty como un amigo, pero justo por eso debía protegerlo con más ímpetu. Nadie dañaría a esta persona tan maravillosa.

—Chonshatumare, ¡te voy a partir la cara! —bramó Agust.

Entonces, saltó sobre el pelinegro para empujarlo contra el piso y empezar a golpearlo. Uno, dos, cinco, siete, once... lo atacaba sin parar. Parecía una bestia con sed de sangre. Estaba dispuesto a matar por su ex.

Mientras tanto, Kitty intentaba apartarlo para salvar a su amigo. Lamentablemente, cada vez que interfería, acababa en el suelo, ya que Agust era muy fuerte cuando se lo proponía. Por suerte, la seguridad del local llegó a tiempo.

—¡Apártense! —gritó un corpulento hombre antes de cargar a Agust con intensiones de botarlo de la fiesta.

El rubio opuso resistencia, mas era inútil. El señor se seguridad era mucho más grande y masudo, así que no tenía oportunidad. Por eso, tan solo un par de segundos después, ya se encontraba fuera del local con su camisa verde petróleo cubierta de sangre y sus pantalones sucios.

—Mierda... —susurró al darse cuenta del ridículo que había hecho.

Ademas, si antes era difícil volver con Kitty, ahora era prácticamente imposible. Por eso, prefirió irse a su nuevo departamento y olvidarse de todo. No obstante, lo que menos esperaba ocurrió: Kitty abrió la puerta y, con los brazos cruzados, se paró en frente de él.

—Esto no puede seguir así —dijo fríamente—. Hablemos.

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Taehyung no estuvo pensando bien cuando se le ocurrió cierta idea, mas ya era demasiado tarde. ¿Quién diría que acabaría llevándose a su ex para curarlo? ¿Quién diría que acabaría subiéndolo a su vehículo para salvarlo del desastre que se tornó el evento?Ahora debe lidiar con las consecuencias, quiera o no.

Entonces, decide apurarse para luego dejarlo dormir en paz. Lo recuesta sobre el sofá-cama de su lujosa sala, acomodándolo para que su rostro quede a la vista. Busca el botiquín de primer auxilios, se arrodilla en frente de él y lo observa para comenzar a limpiar sus heridas. Ya no recordaba esas bellas facciones y esos labios delgados. Lo extrañaba tanto.

—¿Por qué estoy haciendo esto? —se pregunta a sí mismo mientras limpia las heridas de Jeon— Se supone que te estaba olvidando. —Se detuvo.

Esos labios delgados, esos lunares curiosos, ese cabello alborotado... Taehyung no podía olvidarlo, simplemente no. Lo seguía queriendo y demasiado.

—Ojalá esto fuera más fácil...

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¿A qué pareja le van?
Yo, KookMin porque amistad ante todo.