004.

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✨️ GAEL ✨️

—¿Estás bien? ¿No te hizo nada? —inquiero mirando a Riley, aunque ella no deja de ver hacia donde se fue Kate con Luca.

—Yo estoy perfecta —responde sin girar a verme—, pero la que me preocupa es Kate —admite, mirándome fijo y puedo notar la preocupación en sus ojos—. Voy a ver si está bien.

Logro impedir que vaya agarrándola del brazo, haciendo que voltee a verme.

—No vayas, podrías empeorar todo —opino, moviendo la cabeza hacia donde se fueron para dar a entender que hablo de la "parejita feliz"—. Además, estoy seguro de que Kate se sabe defender sola —comento, recordando cómo me ataca siempre.

Riley me mira no muy segura de lo que acabo de decir, pero termina soltando un suspiro y asiente con la cabeza al mismo tiempo que suelto su brazo.

Antes de que alguno de los dos pueda decir algo más, suena el timbre para entrar a clases.

—Bien, creo que mejor me voy a clases —menciona, mirándome fijamente—. Nos vemos más tarde en la cafetería —asegura y asiento con la cabeza, mientras la veo empezar a caminar hacia su clase.

Me quedo en mi lugar pensando en lo que acaba de pasar, y no es hasta que revivo todo lo sucedido que me acuerdo de cuando vi a Luca gritarle a Kate.

Miro hacia donde ellos se fueron y sacudo la cabeza en una negativa. No creo que suceda nada malo.

Suelto un suspiro a la vez que rasco mi nuca para después emprender camino hacia el salón de historia.

———+++———

Me estiro en mi asiento, golpeando a propósito a Axel con mis brazos, cosa que lo hace quejarse y a mí sonreír divertido.

—Vescovi, me anunciaron que tienes entrenamiento —habla el profesor Hunter llamando la atención de Ax, quien asiente con la cabeza—. Puedes irte.

—¿Qué? —Se escucha atrás nuestro.

Axel gira a verme victorioso y yo le enseño mi dedo del medio, para luego verlo girar hacia donde se encuentra Kate y tirarle un beso mientras se levanta de su lugar.

En detención, cuando coincidimos días, siempre nos sentamos juntos para que esto no sea tan eterno.

En realidad los dos solemos salir de aquí antes de tiempo.

Él por ser capitán del equipo de baloncesto y yo porque chantajeo a los profesores.

—¿Por qué Vescovi pudo retirarse antes de la hora? —cuestiona Kate, atrás de mí.

Suelto un suspiro y me giro sobre la silla para verla a la cara. Apoyo mis brazos en su banco, notando como deja una revista de moda sobre él.

—Porque tenía entrenamiento —respondo de manera obvia, encogiéndome de hombros.

—¿Y? Yo también tengo y no veo que me estén haciendo salir antes por eso —menciona bastante molesta, y yo me dedico a volver a elevar mis hombros en un gesto desinteresado—. Eso es una injusticia.

—Sí, bueno, Axel cae bien, es el favorito de muchos —aseguro, viéndola divertido. Es graciosa cuando se enoja—. En cambio dudo mucho que se pueda decir lo mismo de ti.

—¡Mucha gente me quiere! —garantiza, golpeando el banco con la palma de su mano, mirándome ofendida cosa que me hace sonreír burlón.

—Claro, ajá —comento, logrando hacerla enfadar más.

Suelta un pequeño sonido que me hace entender que logré fastidiarla como quería, para después agarrar su revista y continuar con su lectura, o como se le diga a cuando ves una revista de moda.

Aquel año nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora