015.

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✨️ GAEL ✨️

Diviso a Kate a la distancia, caminando hacia la salida del instituto como todos los demás estudiantes deseosos por ir a su casa luego de un cansador día escolar, así que me apresuro en llegar hasta su encuentro.

—Hey —hablo cerca de ella, logrando asustarla, y sin poder evitarlo me río por lo bajo—. ¿En qué iba pensando esa anaranjada cabeza tuya que te asustaste?

—Oh —dice bastante desorientada, ¿o más bien sorprendida? Quizá ambas—. Nada —responde, sonriendo de manera falsa pero decido dejárselo pasar y asiento con la cabeza de manera lenta.

—Bueno... ¿y cómo has estado? —inquiero, bajando las escaleras del instituto junto a ella—. Me olvidé que debía sacar turno para juntarme contigo y es por eso que en toda esta semana no nos hemos podido ver, ni siquiera para las asesorías —bromeo, haciendo que gire a verme totalmente apenada.

Decidí no decirle que, en realidad, no hemos vuelto a hablar desde la fiesta donde casi nos besamos, porque intento calmar a mi cabeza diciéndole que no es por eso que ella me evita.

I'm sorry boy, de verdad, he estado muy ocupada —responde con sinceridad, logrando aliviar mi alma inquieta y mi cabeza insegura que empezó a pensar un montón de tonterías al respecto—, pero te prometo que retomaremos las clases esta semana, o bueno, el sábado si no puedo en estos días —asegura y asiento con la cabeza, dándole a entender que no se preocupe por esto—. Pasa que con todo el tema de las porristas y demás, casi no...

—Tranquila, de verdad lo entiendo —afirmo, mirándola fijamente a los ojos para que sepa que hablo en serio—. Sé que entre los dos, la ocupada eres tú, no necesitas explicármelo.

Ahora sí sonríe de verdad, aliviada de que entienda sus horarios y que, como toda persona normal,  a veces se le escapa de la mano algunas cosas o se les juntan otras tantas.

Ambos nos quedamos en silencio, mirándonos y, a su vez, huyendo de nuestras miradas después de sentirnos incómodos, o bueno quizá ella, yo huyo de la suya porque de repente mi estómago se contrae y siento que puedo sonrojarme si me quedo dos segundos más, así que prefiero evitar eso.

—Por cierto —habla, haciendo que levante la mirada del suelo para posarla en sus ojos—, hay algo que he querido preguntarte hace bastante, pero no pude hacerlo.

What's up? —digo, imitando su manera de hablar y ríe por lo bajo, más sin embargo igual gira los ojos, acción que hace que sonría divertido por lograr fastidiarla. 

Molestarla es como mi dosis diaria de metanfetamina ¿o es que se llama dopamina? ¿La metanfetamina es la droga o esa es la dopamina? Bueno, no importa. Fastidiarla es mi dosis diaria de felicidad.

—Em... Este... —balbucea, viéndose tierna por alguna razón y como soy un malvado, decido fruncir el ceño, mirándola fijamente para meterle más presión—. Look, am... —Carraspea y noto como se maldice a sí misma, logrando que quiera sonreír divertido pero me aguanto las ganas—. Me regalaste un tulipán de papel —suelta de repente y todo rastro de sonrisa se va de inmediato al sentirme de repente expuesto, ya que creí que jamás hablaríamos de esto. ¿Habrá descubierto que estuve toda una tarde practicando cómo hacerlos? ¿Liam se habrá dado cuenta aquel día en mi casa y fue de chismoso con Riley? O peor aún, ¿Liam le habrá contado a Riley lo que siento por Kate? O peor aún ¿Liam le habrá contado directamente a Kate?—. ¡Gael! —exclama, moviéndome el brazo para que reaccione. Debo sacudir mi cabeza para poder concentrarme nuevamente en la linda pelirroja que está frente a mí, viéndome levemente preocupada—. Are you ok?

—Sí, sí, ¿por qué preguntas? —inquiero, tratando de calmar a mi corazón que se ha acelerado de repente y lo peor es que no sé si es por su cercanía, porque aún tiene agarrado mi brazo o porque mi cabeza me grita que Liam es un traidor.

Aquel año nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora