✨️ GAEL ✨️
Llego a la biblioteca en la hora que acordamos vernos con Kate.
Esto es demasiado frustrante. No quería venir y no habría venido de no ser que la fresita llamó a mi casa -no sé cómo consiguió el número- y le informó a mi mamá que habíamos quedado los sábados a la diez de la mañana en la biblioteca principal.
Ni yo me preocupo tanto por mi futuro como lo hace ella. De verdad se tomó en serio la petición de mi madre.
Yo creo que puedo ser sumamente amable y bueno con muchas personas, pero un sábado a las diez de la mañana con lo único que me apetece ser bueno es con mi cama y almohada. ¿Quién en su sano juicio está levantado un sábado a esta hora? Solo los locos y ella, seguramente.
A lo lejos, en una de las tantas mesas que hay, diviso una cabellera anaranjada con la nariz prácticamente metida entre los libros.
Fresa y nerd. Ja. Combinaciones que no suelen ser muy vistas por el mundo del "cliché". Creo que en serio debo dejar de suponer todo por lo que solo se ve.
Llego hasta la mesa en la que se encuentra, y la asusto sin querer en el momento que dejo mi mochila frente a ella con algo de brusquedad.
Levanta la cabeza en mi dirección con el ceño ligeramente fruncido debido al susto.
Le pediría disculpas, porque realmente no fue mi intención hacerla asustar, pero estoy muy molesto por haberme levantado temprano. ¿No podíamos encontrarnos a la tarde? No. Tenía que ser a las diez chispas de la mañana.
Esta chica realmente sabe cómo molestarme, conoce mis puntos débiles de alguna manera. Bueno, no por nada los profesores viven diciendo que es muy lista.
—Hola —saludo muy a mi pesar por mera educación, mientras tomo asiento frente a ella—. Te perdiste, el circo está aquí en frente —informo, apuntando con mi dedo pulgar por encima de mi hombro.
Kate sonríe falsamente, haciendo que sus ojos se achinen.
—Hola —responde el saludo, aun con su falsa sonrisa—. Por lo visto tú también, porque el zoo está aquí a la vuelta, boy. Los monitos deben estar esperándote para tomar té.
Abro la boca dispuesto a responderle, pero mi sistema me falla en el momento que se me escapa una ligera risa.
Muerdo mi labio inferior a la vez que ella frunce el ceño extrañada y sacudo mi cabeza.
—Esa realmente estuvo buena —admito, levantando mi mano al aire, haciendo que se confunda aún más—. Anda, high five —pido, señalando su mano con mi mentón para luego mirar mi mano que sigue suspendida en el aire.
Kate mira ligeramente mi mano para después volver a verme a los ojos. Suelta un pequeño suspiro.
—Asco —menciona, fingiendo seguridad por alguna razón.
Bufo a la vez que giro los ojos, me estiro por encima de la mesa hasta alcanzar una de sus manos y guiarla hasta la mía.
Básicamente la obligo a chocar su mano contra la mía, pero no me importa. No pienso quedar como un idiota con la mano en el aire.
Sonrío feliz en cuanto nuestras manos hacen el típico "clap" al momento de chocar y ella gira los ojos.
—So boy, ¿trajiste lo que te pedí? —cuestiona, mirándome con atención.
—Por supollo —respondo, sacando mi cuaderno de la mochila.
—Que ordinario, gordi —comenta haciendo una pequeña mueca de desaprobación, a la vez que sacude la cabeza restándole importancia al asunto.
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Aquel año nuestro
Teen FictionPolos opuestos, todo el mundo dice que se atraen, la ciencia lo respalda pero ¿qué tan cierto es eso? Conocer a una persona totalmente diferente a ti puede resultar abrumador. ¿Enamorarse entre ellos? Aterrador. Las miradas, el qué dirán, tantas per...