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✨️ GAEL ✨️

«Soy un tonto, soy un tonto, soy un tonto».

No puedo pensar ni siquiera en Kate sin sentir mis mejillas calentarse por la vergüenza que siento ante lo patético que soy y, claramente, mi corazón encogerse también al punto de doler.

¿Qué tan ridículo puedo llegar a ser? De verdad creía tener un limite, pero al parecer no. Cuando pienso que no puedo ser más tonto, Dios pone algo en mi camino que me hace saber que sí puedo serlo.

Hace dos semanas que evito completamente a Kate, incluso vigilo por la ventana de mi casa antes de salir, por temor a cruzármela y tener que enfrentar la situación tan incómoda que pasamos por mi culpa. 

Siempre digo que no hay que suponer nada, pero ahí estaba yo, suponiendo que éramos novios por un par de besos y un trato bonito. «Tonto, tonto, tonto».

¿Cómo pude malinterpretar las señales de Kate de esa manera? ¿Cómo pude pensar que éramos algo más que amigos? ¿Cómo pude pensar que, por habernos dicho que nos gustábamos, ya era una clara señal de que estábamos saliendo? Me siento como un completo idiota por haber actuado de esa manera. Es más, si lo pienso con profundidad, el único que dijo con afirmación "me gustas" fui yo, ella no dijo nada. Un beso, eso es todo lo que necesité para subirme a la nubecita de "noviazgo". 

—¿Ya dejaste de torturarte?

—No.

—¿Tardarás mucho?

—Si.

—¿Qué es lo peor de todo esto además de que, claro, no están saliendo?

—Que estaba pensando en qué hacer para festejar el mes de noviazgo.

Liam suelta una carcajada que resuena por toda mi habitación, haciendo que gire a verlo mal, pero él solo puede disculparse entre risas, sin poder contenerlas.

Sé que no se está riendo con maldad porque le gusta verme sufrir, si no más bien porque es alguien que momentos serios le da risa al no saber cómo sobrellevarlos, o cuando está muy nervioso también ríe -al menos que decida decir tonteras-, solo muy pocas veces lo he visto tratar temas con la seriedad correspondientes. Una de esas veces fue cuando me encontré con mi mamá biológica. De hecho, creo que fue la primera y última vez que lo vi serio. De todas formas, aun sabiendo eso, no impide que me sienta aun mas tonto y avergonzado, así que no dudo en cubrirme el rostro con mi almohada, mientras él sigue riendo, tratando de dejar de hacerlo. 

—Vale, ya, estoy mejor —asegura, y puedo escucharlo suspirar mientras se calma. Aun así, no alejo la almohada de mi rostro—. Vamos, Gael, no te preocupes tanto por eso —comenta, golpeando mi pierna con su mano para que lo vea, pero me niego a hacerlo—. Pueden celebrar el mes de noviazgo cuando finalmente estén oficialmente juntos, y piensa lo positivo, la idea ya la tendrás así que no vas a tener que pensar nuevamente en ello —bromea, haciendo que ahora sí aleje la almohada de mi para mirarlo de mala forma, a lo cual él sonríe nervioso y alza las manos en son de paz—. Pero en serio, todos somos tontos cuando alguien nos gusta así de demasiado como te gusta Kate. Hasta entonces, solo relájate y déjalo fluir.

—No es lo mismo trabarte al hablar, no poder hablar o decir cosas tontas como lo haces tú cada que Riley está cerca, Liam —aseguro, enderezándome en la cama para luego apoyar mi espalda en el respaldar de esta—. Tú jamás pensaste y aseguraste delante de nosotros que salías con Riley como yo lo hice. Dios, Joe se va a reír de mí hasta el 2023.

—La diferencia entre nosotros dos, es que yo jamás me animé a hacer nada con Riley, tú sí —responde de manera seria, mirándome a los ojos—. Tu la besaste primero, coqueteaste con ella, saliste, bailaron, en fin, hiciste muchas mas cosas y te animaste a más cosas que yo, sin contar que Kate en muchas de esas veces fue recíproca contigo. Es normal que te hayas confundido así, Gael, nadie es perfecto.

Aquel año nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora