020.

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✨️ KATE ✨️

Salgo de la comisaria después de dar mi declaración y puedo sentir mis manos aun temblorosas.

Miro por encima de mi hombros y hago una pequeña mueca al recordar que Axel ni siquiera quiso mirarme a los ojos cuando entré. Aunque sí noté que estaba totalmente sorprendido de verme ahí, pero su sorpresa desapareció al ver a su abogada, supongo que entendió cómo es que llegué aquí.

Lily, como me pidió que la llamara, se enfureció tanto con la anécdota real de lo que ocurrió anoche, que me dijo que podía denunciar todas las demás cosas que Luca haya podido hacerme. La verdad es que, me generó tanta confianza, me sentí segura sabiendo que ella estaba afuera de la sala de confesiones, que conté como era mi relación con Luca D'Alessandro.

Siento mis ojos arder debido a la cantidad de lágrimas que solté allá adentro, luego de darme cuenta de todo lo que le permití que me hiciera. ¿Por qué acepté tal aberración? Dios, me siento una estúpida. Tengo vergüenza de mí misma.

Inhalo hondo y planeo pedir un taxi que me lleve hasta mi casa, porque la verdad es que estoy muy lejos como para ir caminando, pero antes de poder dar dos pasos, alguien sale de la comisaria llamándome.

Al girarme, puedo ver esa cabellera rubia y larga, moverse de un lado a otro, debido a que Lily debe caminar un poco rápido -pero siempre con paso firme- para llegar hasta donde estoy.

—Muchas gracias por lo que hiciste por Axel —dice, agarrando una de mis manos y me sonríe con cariño—. Fuiste muy valiente ahí adentro como para contar tu historia, gracias.

—Por Axel haría cualquier cosa —confieso sin dudarlo, mirándola fijamente a los ojos para que sepa que hablo en serio y sonríe alegre por alguna razón que desconozco—. Después de todo, él fue quien se aferró a nuestra amistad sin dejarse intimidar por Luca, y por él es quien no estoy pasando mi cumpleaños en una camilla de hospital, porque estoy muy segura que si no me hubiera defendido, Luca me habría golpeado de manera horrible.

Sin esperármelo, Lily me abraza con fuerza y la puedo sentir inhalar hondo, como suele hacer a veces Axel para intentar controlar su enfado.

—Si necesitas cualquier cosa, no dudes en decírmelo, ¿si? —pide, alejándose de mí para verme a los ojos y así poder sonreírme.

—Claro, muchas gracias, Lily —digo a modo de despedida y me da un último apretón de manos, antes de girar sobre sus talones para comenzar a caminar hacia la comisaria nuevamente, y es entonces cuando me doy cuenta de algo y la llamo, haciendo que gire a verme, pero no se vuelve a acercar a mí—. Axel... ¿Le pagó? Es decir, sé que los honorarios de un abogado no son nada baratos, y también sé que Axel... —Suspiro, decidiendo mejor no decir que sé que es de economía media-baja porque quedaría mal—. Anyway, a lo quiero llegar es que, si él no le ha pagado, yo lo haré —aseguro, mirándola fijamente a los ojos y puedo ver la sorpresa pasar por ellos—. Usted cobre lo que deba de cobrar por su trabajo, no importa el precio, yo le pagaré, no se preocupe por eso. 

Se queda mirándome por varios segundos sin decir nada, logrando ponerme incómoda porque realmente intimida, hasta que suelta un pequeño bufido y con el se le escapa una sonrisa ladina. Asiente con la cabeza y, sin decir nada, gira sobre sus talones nuevamente para adentrarse a la comisaria, dejándome confundida. Supongo que luego me contactará para que le pague. 

---***---

Llego a casa sintiéndome agotada y emocionalmente desgastada. Abro la puerta y me encuentro con mis amigas, Riley, Cinthia y Devra, quienes están reunidas en la sala de estar. Sus rostros reflejan preocupación y alivio al verme.

Aquel año nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora