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La brisa fresca golpeaba con delicadeza su rostro, Gulf sólo cerraba sus ojos y sonreía. 

Las clases en la universidad acabaron antes de lo previsto, por lo que decidieron descansar un momento en un parque cercano.

El menor se encontraba sentado sobre el césped y comía bastante emocionado un helado de frambuesa, Prem estaba junto a él, escribiendo la materia que le faltó, degustando una pequeña paleta. Gun reposaba su cabeza sobre el regazo de Gulf, entreabriendo un poco sus ojitos de vez en cuando para asegurarse que no le caería helado al cabello y en otros momentos, le hablaba a maní.

El sexto mes de embarazo había llegado.

-Nong -habló Gun con sus ojos cerrados, Gulf hizo un sonido con su boca para indicarle que lo estaba escuchando-, ¿No te da miedo pensar en el parto?

-Casi no pienso en eso...

-¿En serio? Quiero decir, la cabeza de maní será por lo menos del tamaño de un melón y tiene que salir por ahí. 

Gulf tragó duro y abrió grandes sus ojos, sabía que al momento de parir le iba a doler, pero casi siempre evitaba pensar en ello.

-¡Gun! -lo regañó Prem, dejando su cuaderno de lado por un momento- No digas esas cosas, vas a traumar a Gulfi.

El menor soltó una risita traviesa. Prem negó y volvió a retomar su escritura.

-¿Cómo ha estado la nena últimamente? ¿Más inquieta? -preguntó el bajito con una sonrisa, sin quitar su mirada del cuaderno.

-Bien... bueno, desde que comenzó a moverse no lo hace a cada rato, de hecho hay días en los que sólo patea tres veces. -dijo terminando de comer la galletita en forma de cono, ya sin helado.

Una corriente eléctrica pasó por la cabeza de Gun, su corazón se aceleró y ni siquiera sabía por qué. 

-Dicen que todos los embarazos son diferentes, ¿no? -dijo el mayor intentando calmar el ambiente que sólo él sintió tenso.

Los dos chicos asintieron, Gulf cerró sus ojos e hizo su cabeza hacia atrás, inhalando el exquisito aire del parque. Sonó el "ay, caramba" de Bart Simpsons que indicaba un nuevo mensaje, desbloqueó su celular -no sin antes contemplar un poquito el ultrasonido correspondiente al quinto mes de gestación- y leyó. 

Carolina: Acabo de discutir con Earth, me siento tan mal... 

Gulf: ¿Qué ocurrió? ¿Quieres contarme?

Carolina: Sí, eres una de las pocas personas en las que confío.

¿Podemos vernos mañana en la cafetería frente al hospital? 

Gulf: Por supuesto.

Nos vemos mañana, por favor mantente tranquila pequeña, todo estará bien. 

El menor suspiró. Prefería primero ver cómo se encontraba Earth, sabe lo importante que es su hermana mayor para él, pero lamentablemente ésa tarde no podría.

Earth tenía entrenamiento de basquetbol y saldría a las seis de la tarde, a ésa hora no salía de casa para no agarrar algún resfriado o algo por el estilo, no se arriesgaría a enfermar estando encinta.

Tendría que ir a verlo después de encontrarse con Carolina, no habría problema... o eso creía. 

~ o ~

Había pasado una semana desde el primer beso entre Mew y Gulf.

Cada día, sin falta, se daban por lo menos uno. Gulf lo hacía porque descubrió que los labios de su esposo eran tan dulces y suaves como el algodón de azúcar. 

Como una estrella MewGulf FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora