Como una estrella MewGulf Finalizado

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-¿Qué mierda acabas de decir? -su pregunta salió en un hilo de voz.

Carolina lo soltó inmediatamente y se hizo rápido hacia atrás, Mew la miraba incrédulo y con un creciente enojo.

Natasha, su preciosa hija no conoció la luz del sol, ni la tranquilidad de la noche por culpa de ésa mujer. Él jamás pudo conocerla y tendría que vivir con esa angustia hasta el último segundo de su vida.

Se levantó y comenzó a caminar lentamente hasta la fémina, de forma amenazante. Su rostro se estaba enrojeciendo, producto de la cólera.

-M-Mew... perdón. -la chica retrocedía, aún con lágrimas en sus ojos.

-¿Perdón? ¿Crees que esa palabra va a sanar algo? -alzó su voz- ¡¿Crees que con pedirme perdón recuperaré a mi hija?!

Carolina tenía miedo, por primera vez después de varios años. La mirada de Mew era irreconocible, nunca le había visto de esa forma.

La voz grave y alta de Mew pudo llamar la atención de Gulf, quien estaba incluso en el cuarto de Julia pudo oírlo. Salió rápido y se espantó cuando vio a su esposo acorralando a Carolina, además, sumándole a eso la mirada llena de rabia.

-¡Phi! -Gulf se apresuró y corrió hasta el moreno, le rodeó la cintura con sus brazos y apegó su cabeza al pecho ajeno- Cálmate, por favor.

-Suéltame

-Mew -habló suplicante-, mírame...

Carolina mordió su labio inferior y salió rápidamente de ahí. Mew tomó su cabeza entre sus manos y bufó, sus ojos se tornaron llorosos y pudo por fin mirar la preocupada mirada de Gulf.

Earth salió nervioso, al ver a su amigo intentando controlar al más alto, y la ausencia de su hermana dedujo por sí solo que Mew se había enterado.

Le dio una mirada a su madre, la mujer se veía exaltada. Sintió una pizca de tristeza expandiéndose en su pecho... No sabía cómo podría contarle todo lo sucedido a su progenitora sin dañar su precioso corazón.

~ o ~

Prem se encontró barriendo la sala de estar, ése día le tocaba la limpieza a él y descubrió que hace unos días Gun había escondido el polvo debajo de la alfombra.

Soltó una tenue risita y negó. Se aseguró de buscar en cada rincón de la sala que no tuviese polvo escondido, bajo los sillones encontró calcetines y una camiseta del otro. Las dobló con cuidado y sin antes tocar, entró a la habitación de Gun.

El otro dio un respingo e intentando simular lo que estaba viendo en la computadora, minimizó las pestañas y se quedó mirando su de animalitos.

Prem sonrió y dejó la ropa en una orilla de la cama.

-Ya te he dicho que me da igual que veas porno.

-Yo no veo esas cosas...

-No tiene nada de malo, ¿Por qué te avergüenzas?

-De verdad, no estaba viendo esas cosas -dijo antes de hacerse un ovillo-. Estaba buscando un lugar bonito.

Prem alzó una ceja y cruzó sus brazos con una sonrisa.

-¿Un lugar bonito para qué?

Las mejillas, incluso las orejas de Gun se tornaron rojitas.

-E-Estaba buscando un motel bonito para ir con Off...

Ahora era Prem quien tenía sus mejillas ruborizadas. Hizo un sonido con su boca como si estaba pensando y se sentó junto al menor, puso sus manitas sobre el teclado de la computadora y comenzó a buscar un lindo lugar.

Uno al que él mismo había ido hacía mucho tiempo atrás.

~ o ~

Después de encontrar encontrado un enojadísimo Mew, Gulf decidió terminar ahí su visita con la señora Julia, no sin antes prometer volver pronto.

Caminaba un par de pasos delante de su esposo, cuestionándose como de costumbre en qué momento las cosas se distorsionaron tanto. Preguntándose qué había hecho mal.

-Gulf...

El nombrado giró su rostro y posó su mirada en el moreno. Parecía más calmado, pero con una pizca de angustia.

-Lo siento.

Gulf miró a su alrededor, estaban fuera del hospital, pero aun así no se sintió un lugar indicado para hablar. Mordió su labio inferior y negó con su cabeza, aún seguían manteniendo la distancia de unos cuantos pasos.

-No tienes que disculparte

-Últimamente ha sufrido tanto por mi culpa.

-No, claro que no -se apresuró a decir y se acercó al moreno para acariciar un poco su mejilla con la palma de su mano-, no digas eso.

Mew contempló los encantadores ojitos del más bajo por un momento.

-Desde que me conociste sólo te he traído problemas, te he lastimado, cariño. -su voz se quebraba poco a poco, ¿Cómo podía decirle que Natasha ya no estaba por culpa de Carolina? Gulf se había vuelto un punto blanco para ella precisamente porque se han vuelto esposos- Si no nos hubiéramos casado todo esto no estaría pasando... Probablemente estuvieses en la universidad, riendo y disfrutando tu juventud. Pero te até a mí, te hice llorar con mi estupidez.

El mentón de Gulf comenzó a temblar y sus ojos se volvieron vidriosos, abrió su boca para hablar, pero Mew continuó.

-Daría lo que fuera porque vuelvas a ser feliz porque yo... -ya no había vuelta atrás- Yo te amo.

El menor soltó un quejido, ya no podía contener sus lágrimas. Soltó la mejilla de Mew e intentó secar los rastros de su llanto, pero parecía casi imposible. Hipó y con mucha dificultad solo pudo decir que ya debía irse.

Mew asintió y mostró una sonrisa llena de dolor, sentó que estaba perdiendo a Gulf, pero por lo menos quedaría con la tranquilidad de que confesó directamente sus sentimientos.

Gulf volvió a alejarse unos cuantos pasos, hizo parar a un taxi, abrió la puerta y se detuvo ahí. Miró a su esposo y sonrió aún con unas cuantas lágrimas.

-Yo siento lo mismo por ti, Phi. Dijimos que saldríamos adelante... Tal vez eso pueda incluir lo nuestro.

Dio un besito en la palma de su mano y fingió aventárselo a su esposo, arrugó su nariz en una adorable expresión cuando Mew, de igual manera, fingió tomarlo y depositarlo en su boca. Se subió al automóvil, dijo la dirección a la que se dirigía y posó su mirada al exterior, aunque en realidad no miraba nada. Sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente, metió la mano al bolsillo de su pantalón y sacó su celular, ahí estaba esa foto que le obsequió Chaerin.

La contempló por unos minutos. Natasha le daba fuerzas, y lo hacía sentir de alguna manera bien.

Quizás habría llorado mucho peor si se hubiera enterado que, fuera del hospital, Mew también había sacado la fotografía de Natasha.