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Las frases pronunciadas parecían haber quedado en el aire, o por lo menos así lo sentí Gun luego de que el otro se quedase mirando directo a los ojos por casi cinco minutos.

Abrió la boca con la intención de hablar y disculparse por ponerlo en esa situación, por un momento pensó que en la realidad Off no quería hacerlo con él; pero fue interrumpido por dos manos que se posaron en su cadera y que lo alzaron sin previo aviso.

Rodeó la cintura del mayor con sus piernas por inercia.

Por algún motivo su corazón se aceleró, estaba nervioso. A pesar de haber sido él quien preparó cada detalle para esa situación, no podía controlar el hormigueo en su estómago. Y los nervios parecían aumentar con cada paso que el mayor daba hasta la habitación.

No se estaba echando para atrás, claro que no, deseaba con todo su corazón poder entregarse a Off y que éste le hiciera el amor de una manera en la que no la olvide jamás.

Sus nervios iban mucho más allá. Temía lo que sucedería con su "relación" después de haber copulado. Temía que después de eso, Off cambiara su actitud hacia él.

Era optimista e inocente en ocasiones, pero siempre llega un momento en que la inseguridad hace de las suyas.

Incluso hasta en ése momento, en que Off suavemente lo recostaba en una cama -preparada minuciosamente para esa ocasión-, se sintió inseguro.

Cerró sus ojos con la intención de dejar su mente en blanco, de olvidar cualquier temor, esperando a que el mayor comenzara el acto y él simplemente dejarse hacer como un muñeco. Pero Off no se estaba moviendo, no estaba ningún tocando espacio de su cuerpo, sólo sintió sus manos apoyadas a los costados de su cabeza.

-Guni... -murmuró el mayor. Ni siquiera alcanzó a abrir los ojos o responder, cuando el otro susurró en su oído- Abre los ojos.

Con todo un revoloteo de mariposas en su vientre, obedeció. Abrió sus ojos muy despacio, encontrándose de inmediato con los de Off.

-No hagas eso -volvió a hablar-, no cierres tus ojos. Mírame mientras te toco y te beso... No quiero que sólo me sienta tu cuerpo.

Gun mordió su labio inferior y asintió, entreabrió un poco sus labios y no dudó en acercarse cuando vio a Off ladear la cabeza, esperando un beso.

El beso era dulce, lento y prácticamente una exquisita caricia, igual que los muchos que se han dado. Ninguno abre completamente la boca, ni se decide a incluir a sus lenguas en ése jugueteo. El menor recibía suaves caricias en su cabello.

Sin embargo, ésta no sería de las ocasiones en las que tienen que romper el beso para ocuparse en algo más; ése día sería sólo para ellos. Nadie interrumpiría. Ese día fue preparado para que ambos se amaran como jamás lo he hecho.

No notaron en qué momento su beso se volvió más pasional, sus lenguas se han unido al juego por inercia. Pero Gun sí notó que su temperatura corporal se elevó hasta las nubes cuando el mayor se atrevió a frotar con sensualidad la pelvis contra su entrepierna.

Todo lo que tanto deseó se estaba haciendo realidad, sólo maldice no recordar nada de lo que leyó. Estuvo toda la noche anterior buscando mil maneras para poder complacer a Off, y ahora, lo único que logra es dejarse llevar.

Una corriente eléctrica invadió su espina dorsal cuando en medio del beso se le ocurrió abrir los ojos -que había cerrado instintivamente-, encontrándose con los penetrantes ojos ajenos contemplándolo.

La mirada lujuriosa del mayor le ponía los pelos de punta.

Se separaron para poder respirar, odiando por una milésima de segundo el oxígeno que los interrumpía.

Como una estrella MewGulf FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora