Elizabeth.
Scarlett no ha dejado de alagar mi dibujo exigiendo uno más grande de ella.
-Me haz hecho incluso más agraciada. - Murmura. - Creo que es injusto que yo no te de nada.
-No se moleste en ello, lo hice con gusto.
Arrancó una de las hojas de su libreta y me observó fijamente.
-Lo escribí por ti.
Tomé la hoja entre mis manos. Un poema que me describía, que hablaba de mis rasgos, de mis labios.
Ella alabó mis labios.
-Es lindo... - Murmuré. - ¿De verdad notó todo eso?
-Noté mucho de usted, Elizabeth. La he observado en cada momento que he podido.
-¿Por qué? - Pregunté angustiada.
Me angustiaba esta situación y lo que pueda significar.
-Porque es usted preciosa y me es imposible no querer observar cada detalle de su rostro.
Mi respiración se cortó y la sensación angustiosa apareció allí.
Calando en mis huesos como el frío de invierno.
Scarlett sostuvo mi mano y la alejé con rapidez. Mi corazón late demasiado rápido.
___________________________________
Scarlett.
Me levanté tras Elizabeth y ella suspiró algo alterada.
-No haré nada que usted no quiera, Elizabeth.
Ella se quedó en silencio.
-No haga nada entonces y deje de... Intentar mezclar las cosas, señora Johansson.
-No he dicho ni hecho nada.
Elizabeth suspira y comienza a guardar las cosas dentro del canasto. Se ve alterada y no deseo presionar el ambiente o su actitud.
Le gusto tanto como ella a mí, y el amor no ha de forzarse, sólo debe ser... Sí ella desea que seamos, seremos.
-Está bien. - Murmuró. - Se ha puesto el sol, debemos irnos. - Murmura ella.
-El sol está por ponerse. Deberíamos verlo. - Comenté. - Puedo ofrecerle aprender a leer y escribir. - Murmuré. - Sí gusta.
-¿Ahora? - Niego.
-Sí, pero también a diario. - Murmuré. - Podría ayudarte, verás dentro de poco que tanto tu, como yo o cualquier otra mujer somos capaces de...
-Acepto, me he sentido... Cómoda a su lado... Ésta tarde. - Murmuró.
Caminamos un poco tras un par de árboles esperando encontrar el sitio perfecto para ver el atardecer antes de volver a la lúgubre vida que llevábamos.
-¿Elizabeth? - Ella se giró. - ¿Le gusta el apodo Lizzie? - Pregunté.
-Me gusta. ¿Prefiere llamarme así? - Pregunta observandome fijamente.
Nuevamente sentí mi aliento ser arrebatado de golpe por aquellos ojos verdes poseedores de una magia única.
Magia... Como sí de una bruja se tratase, ella me ha metido en un hechizo poderoso y caótico para desearía con fervor.
Probablemente las mujeres que gustamos de las mujeres somos vistas como pecadoras, probablemente nos llamarían brujas sí nuestro deseo no fuese ya un delito.

ESTÁS LEYENDO
Medievales ; scarzzie.
Fanfiction'Sí tu amor es un pecado, que me consuman las llamas del infierno.'