20°

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Scarlett.

El auto se detuvo fuera y Elizabeth bajó de el con Theodore dormido en sus brazos.

La vi despedirse de Gregory.

La esperé sonriente y la vi abrir la puerta con rapidez.

Lo primero que hice fue tomar sus mejillas y pegar mis labios a los suyos, han sido muchos días que parecieron años.

Ella soltó una risa llena de divinidad contra mis labios.

-Te he extrañado, querida. - Murmuré.

-Y yo a ti... - Murmuró ella contra mis labios. - Ha venido Margareth y Joseph ha discutido con ella.

-¿Qué? - Pregunté rápidamente.

Elizabeth caminó hasta el sofá acomodando al pequeño Theo sobre el y dejándolo descansar.

-Margareth... Ya sabes, volvió... Reconoció en Theo a Robert. - Murmuró ella tomando mi cintura para apegarse a mi y esconder su rostro en mi cuello.

-Elizabeth... - Suspiré. - ¿Robert está muerto?

-Ha llegado sola... Deduzco que sí. - Murmuró. - No lo sé... Estoy asustada, no entiendo que está sucediendo, Scarlett.

Elizabeth se aferró a mi cuerpo con fuerza, ambas sabíamos que corríamos peligro si Joseph le contaba todo a Jonas.

Jonas acabaría con Margareth y ella buscaría venganza, es más que probable... Buscaría vengaza en Joseph y por consecuencia en Elizabeth... La ex esposa de su difunto hijo.

-Estaremos bien. - Murmuré.

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Elizabeth.

Scarlett descansa a mi lado con nuestro pequeño sobre su pecho, ambos con una calma única. Esperamos que Joseph decida volver pronto...

El día ha sido agotador, Theo estuvo algo incómodo y eso ha generado un ambiente tenso en el hogar.

Observo como descansan de manera plácida, la luz que ingresa por las persianas me permite observar todo de manera clara.

Me he levantado unos minutos para acomodarme y retratarlos en aquella posición.

Scarlett me ha regalado sus mejores versos y yo decido regalarle mis mejores retratos.

Los trazos que hago son en un inicio confusos, sin embargo ha medida que difumino con los dedos y remarco con otros colores, todo se torna claro... Tan claro como la imagen que tengo de ambos.

-Lizzie... - Murmuró Scarlett luego de un rato en donde me quedé observándolos reposar. - ¿Qué haces allí? Es tarde... Ven a la cama, querida.

Le sonreí y apagué la vela provocaba una luz tenue.

-De inmediato, querida mía.

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Scarlett.

Joseph ha llegado y he corrido a sus brazos con desesperación. Se ha tardado una semana y... Necesitábamos verlo.

-Deben irse. - Espetó rápidamente nervioso. - Tomen ropa y todo lo que sirva y necesiten.

Corrió dentro, su cabello despeinado y su barba mal recortada denotaba lo alterado que estaba.

-¡Elizabeth! - Gritó. - ¡Elizabeth!

-Lizzie ha ido al pueblo en la mañana, debe estar por llegar...

-Oh, Dios, no. - Gruñó. - Necesito que te vayas ya, pero sin ella no puedo hacer nada.

-¿De qué hablas, querido? - Pregunté y él se quedó en silencio.

Theo jugaba en la alfombra con sus bloques.

-Me quedaré con Theo, deben irse, sí te vas sin él...

-¿Qué sucede? - Insistí.

-Aparentemente... Robert sospechaba algo... Y... Ha ido a tu casa con su madre, no han querido recibirlos ya que en el pueblo le han dicho de tus amoríos con las muchachas...

-¿Quién más sabe?

-Mi padre. Margareth le ha dicho que no cree nada sobre tu muerte y mi matrimonio con Elizabeth.

-¿Qué dijo Jonas?

-Ha llamado a la policía y... Te ha denunciado como viva y una pecadora. Intenté detenerlo... Lo juro. - Gruñó - Pero papá está cegado por Margareth.

-¿Le dijiste sobre ella y Robert?

-No me dio tiempo. Scarlett, querida, si algo les sucede no me lo perdonaré, vete. Vendrán por ti, sube al auto lo que más puedas y te llevaré lejos de aquí, sólo vete.

He asentido aturdida y caminé con rapidez hasta dentro buscando ropa, una maleta y otras cosas.

-¿Y Elizabeth?

-La llevaré contigo en unos días. Sólo llevate lo que más puedas... Rápido.

Mi cabeza iba a mil por hora pensando en Theo y Lizzie.

Ha llegado mi momento de pagar por un poco de felicidad, espero que el diablo se apiade de mí y entienda que mi pecado no fue más que por amor... Intenté cambiar, intenté mejorar y ser otra, no pude.

No pude cambiar, no podré hacerlo y no quiero hacerlo... Me rendí en cuanto supe que Elizabeth no se saldría de mi mente tan fácilmente... Ese fue el borde en el que me detuve.

Elizabeth debe ser perdonada.

Oh, señor todo poderoso, sí estas allí... Sí me estás viendo y quieres que pague bajo tu manto celoso y vengativo... Alejala de ésto, alejala de mí.

Permitele crear y criar por el resto de sus días en paz, alejala de mis manos pecadora y de mi alma manchada.

Alejala de mí pero perdonala, pagaré su condena y la mía si me lo permites, señor todopoderoso.

-Scarlett, es hora. - Dijo Joseph mientras yo observaba el cielo con angustia.

-Haz llover sobre mis últimos respiros, señor. Pero deja a Elizabeth en calma...

Joseph me observó mientras yo me arrodillaba observando el cielo y escuchamos un estruendo.

-Es hora, Scarlett... Debemos irnos.

Subí al auto y Theo subió en mi regazo.

Espero que sí debo morir... Le perdonen a Joseph y Elizabeth todo.

-Joseph... Sí no consigues llevarla conmigo... Amala... Cuídala y respetala, se lo merece...

-Scarlett... Tu... Ella llegará contigo, aunque sea lo último que tenga que hacer... Estarán juntas. - Besó mi frente y puso en marcha el auto.

Noto el temor y la desesperación en sus gestos y palabras.

Algo me dice que no será así.




Medievales ; scarzzie. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora