13°

2.7K 384 538
                                    

Scarlett.

Caminé hasta la alcoba de mi prometido.

Joseph estaba sentado frente a su escritorio sellando algunas cartas.

-He llegado. - Murmuro.

Él no se levanta ni eleva la mirada un sólo segundo.

-Joseph...

-Estoy intentando controlar mis ganas de destrozar todo ésto, Scarlett. - Murmuró. - Podría denunciarte por adulterio y no cumplimientos del compromiso.

-Hazlo, pero déjala fuera de todo. - Espeté. - A ella no le hagas daño...

-No iba a hacer nada en contra de ella. - Murmuró.

-Cásate con ella sí a la guillotina he de ir... Cuídala por mí. - Murmuré suplicante. - Pagaré todo si prometes cuidarla como la piedra más sagrada del collar más divino.

-¿Por qué debería hacerlo?

-Porque la amo... Y tú me amas, nada es más valioso que amar... - Murmuré poniéndome de rodillas. - Joseph...

-¿Cuándo ibas a decírmelo? - Preguntó. - Creí que confiabamos en el otro.

-Eres mi prometido... - Susurré.

-Mi prometida no ha de arrodillarse ante ningún hombre, no eres una sirvienta.

Me ha levantado y ha encendido un puro observandome.

Ha caminado de lado a lado meditando todo y ha vuelto a su silla.

-Pero antes de eso nos hicimos buenos amigos, Scarlett. - Murmuró. - Supe sobre tus ex amantes, jamás me dijiste que habías sentido algo por ella.

-Creí que estarías molesto. - Murmuré. - Te juré que aquellos tratamientos con los sacerdotes funcionó.

-No es algo que puedes cambiar, Scarlett. Ve a Balbina. Mi abuela... Aún extraña a aquella amiga suya.

-¿Sabías sobre ella? - Asiente lentamente.

-Por esa razón acepté lo tuyo... - Murmuró. - Creí que me amabas.

-No de aquella forma en la que amo a Elizabeth. - Murmuré. - Lo lamento, Joseph. Pero te amo... Te amo infinitamente, no de esa manera... Amo tu trato hacía mí.

-Pero no a los hombres.

-Me disgustan.

Él suspira. Agotado.

-¿Vas a huir? - Asiento. - Déjame ayudarlas. - Murmuró. - Sí hay algo que mi abuela me ha enseñado es... Cuando amas a alguien debes desear su felicidad, sin importar nada.

-Oh, Joseph... Querido.

Lo abracé con rapidez y él me abrazó a mí. Me sentí cubierta por un minuto.

-Yo me encargaré de Robert en caso de que vuelva... ¿A dónde irán? - Preguntó.

-Balbina sabe...

-Bien, coordinaré todo con la abuela... - Murmura. - Scarlett... Te amo.

Me besó por última vez en los labios y sonreí ante eso.

Elizabeth sería mía desde mañana, nada podrá apartarnos.

-Joseph... Muchas gracias por entenderlo.

-No soy un santo, Scarlett. Jamás lo seré, Dios me perdone pero no creo que sea mejor tenerlas aquí sin amor.

Asentí aturdida.

Medievales ; scarzzie. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora