11°

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Elizabeth.

Robert llegó al pasar de un rato, me observó con recelo por unos minutos, luego tomó mi cuerpo acusando que debía cumplir con mis deberes de esposa.

Al acabar su ataque a mi persona se ha ido al pueblo, no hemos hablado mucho. Sólo me ha preguntado sí necesitaba algo.

Necesito a Scarlett, pero no puedo decirle ello.

Esperé a que la noche cayese, Robert llegó cansado y ebrio, decidí que lo mejor era ayudarlo a recostarse y luego huir al granero.

En medio de la penumbra avancé por la casona... Me topé con Balbina, ella sólo me sonrió y caminó hasta su habitación sin decir absolutamente nada.

Me encaminé entre la fría y oscura noche hasta llegar a donde mi amada me esperaba.

Al llegar noté a Scarlett en sus interiores, sonreí y ella comenzó a desvestirse lentamente.

Mi desesperación es mayor, por lo que me he apresurado para sentir su piel contra la mía.

En cuanto nos hayamos desnudas nos pegamos la una a la otra.

Sus labios vagan por cada esquina de mi cuerpo, llenandome de necesidad... Mientras sus besos dejan mi abdomen el vacío se clava en el, queriéndola en cada parte de mí al mismo tiempo.

Su ausencia la siento incluso viéndola frente a mí, la necesito fundiendonos en un abrazo amoroso y apasionado.

Sus piernas se acarician con las mías de la forma más romántica en la que podría ser descrito.

Sus labios me pertenecen.

-Scarlett... - Gemí al sentir sus manos acariciar mis senos con amor.

-Te amo, Elizabeth. - Susurró. - Y amo sentirte tan apasionada bajo mi tacto. Tan apasionada y única... Amo poseerte, amada mía.

-Sí a la hoguera tuviesen que llevarme, espero que sea por amarte, Sra. Johansson. - Jadee.

-Huye conmigo, Elizabeth. Huye conmigo y permitenos amar.  - Murmuró contra mis labios. - Permiteme ser tuya.

-Ya lo eres, mía... Mía y sólo mía.

Nos entregamos nuevamente toda la noche, dispuestas a todo. Dispuestas a poner nuestro último aliento en cada beso, cada caricia, cada palabra y aliento.

Oh mi amada señora Johansson, yo una mujer de pocas palabras, fibra y emoción... Usted me ha traído a la vida, me ha hecho descubrir el amor, la pasión, la lujuria y el deseo.

Usted me ha devuelto las ganas de amar.

Usted es mi amor.

Oh, señora Johansson.

Ansío ser suya eternamente, sin importar lo que cueste, sin importar lo que queme.

___________________________________

Scarlett.

-La extrañaré hoy. - Susurró contra mis senos.

Elizabeth sabía que hoy estaría viendo la confección de mi vestido de bodas.

-Pensaré en usted en cada momento, señora Olsen. - Murmuré dibujando sobre su espalda con mi dedo índice.

-Prometelo.

-¿Qué deseas que prometa, amada mía?

-Que pensarás en mi siempre, sin importar nada.

-Lo prometo, siempre vagas en mi mente... Cuando al alba aparece, cuando la luna despierta, cuando la lluvia cae y cuando el sol quema. - Susurré.

-Eres idílica... - Susurré. - ¿Lo he dicho bien? - Pregunté insegura. - He leído su significado varias veces...

-Lo dijiste perfectamente.

-Gracias... - Murmuré.

Se formó un silencio tierno, único y amable.

-Y tu mágica, Elizabeth. Eres magia, magia y amor. - Murmuré recibiendo sus labios en un cálido beso amoroso.

-¿Nos veremos en la noche? - Negué ante su pregunta. - ¿Por qué?

-Mi prometido quiere dormir a mi lado hoy... Ha pedido autorización al sacerdote, y ha prometido solamente dormir junto a mí. Nada de sobrepasar los límites.

El rostro de Elizabeth ha cambiado, sé que le duele. Su dolor es mi dolor, pero confío en Joseph, sé que él sólo quiere que duerma entre sus brazos.

-Confío en él. - Murmuré luego de un rato.

-No es eso.

-¿Entonces qué?

-Deseo ser yo quien te rodea por la noche entregándote calor.

-Pronto, amor mío... Déjame idear una forma de huir de aquí contigo... - Susurré. - Estaremos juntas en una casa en la pradera... Alejadas, tu y yo nos amaremos.

-Scarlett... - Murmuré. - Eso no será posible, sí nos descubren...

-No lo harán...

-Sí Joseph sabe...

-No lo hará... Tampoco Robert... Amada mía, soy capaz de acabar con su vida bajo mis propias manos sí ha de ser por ti y tu amor... Soy capaz de acabar con mi propia vida... Por ti.

-Scarlett...

-Sh... - La hice callar. - Nada nos separará, Elizabeth. Somos más fuerte que cualquier valle infernal que debamos atravesar...

-Nuestra condena...

-La pagaré con emoción con tal de tenerte aquí y ahora... Lo prometo. La pagaré por ambas... - Susurré contra sus labios.

Volví a besarla antes de terminar de acomodar nuestra ropa y salir del granero. El alba nos observaba ser amantes.

La piel suave de Elizabeth me pertenece por un instante o para siempre... La emoción me carcome internamente.

Anhelo volver a ella pronto.

Nota de autor:

¡Buenas tardes! Gracias a todos por sus saludos de ayer <3

Más tarde otro capítulo.

¿Qué les va pareciendo la fic?

-Codex.

Medievales ; scarzzie. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora