Elizabeth.
Scarlett camina de un lado a otro con el pequeño Theo, no ha dejado de llorar y Balbina ha ido en busca del doctor.
Los llantos son insufribles y ninguna sabía que hacer, ha sido Joseph quien ha ido en busca de Balbina, el camino está a una hora o dos.
La maternidad es tan compleja, no sé hacer nada de ésto y Scarlett tampoco, sin embargo su instinto maternal parece más desarrollado y es vergonzoso para una mujer como yo, ya que tengo un par de años más.
Oh, Dios, tus castigos no se detienen.
Scarlett ha comenzado a cantarle una canción de cuna y el pequeño ha detenido su llanto observándola fijamente.
-Le ha gustado tu voz, querida. - Murmuré y ella dejó escapar una sonrisa.
El pequeño bebé ha soltado una risita en sus brazos.
-Así es, cariño. Soy tu madre Scarlett. - Murmuró. - Y te amo...
-Scarlett... - Murmuré acariciando su rostro. - ¿De verdad lo amas? - Pregunté.
-Tanto como a ti... Es una parte de tu carne, Elizabeth... Lo amo como si fuese una mitad de mí. - Murmuró. - Ustedes son la inspiración de todos mis momentos y poesías.
-Eres mágica, Scarlett... No sé como agradecerle a quien fuese unirnos...
-Dios nos ha unido por una razón, me ha costado entenderlo... Lo he meditado. He leído la biblia desde la primera letra hasta el último punto. - Murmuró Scarlett. - He intentado meditarla muchísimo y... Comprendí que tu amor y el mío... Jamás estará manchado, Dios nos ha premiado con éste pequeño ángel... Es nuestra señal.
-¿Señal de qué? - Pregunté abrumada.
-De que nuestro amor de celestial, sin importar lo que los religiosos digan, sin importar que nos arrebate la vida por sentir... Éste amor jamás ha sido malo, no si acariciarnos se siente como una experiencia religiosa en todo su esplendor.
Scarlett me ha hecho sentir amada. La lluvia resonaba fuera con fuerza, bajé la mirada y vi a al pequeño observarnos con una sonrisa, hace exactamente un mes según Balbina, el pequeño ha nacido, y ya estaba sonriendonos.
-Hola, pequeño Theo. - Murmuré. - Somos tus madres...
Scarlett lo alzó levemente y escuchamos gritos fuera llamándome.
-Es Robert. - Murmuró Scarlett asustada.
El bebé volvió a llorar con fuerza mientras los gritos se escuchaban con mayor fuerza.
-Sube a esconderte. - Dijo rápidamente entregándome al bebé.
-No, Scarlett... - Me aferré a ella. - No vayas.
-No iré, intentaré distraerlo. - Murmuró. - Ve y escondete en la tina del baño de la habitación con Theo.
-Scarlett...
-Ve. - Murmuró dejando un beso sobre mis labios. - Iré con ustedes en la nada misma, querida.
-Scarlett, prometeme que no dejarás que te vea... Puedo ir yo. - Murmuré. - Es lo que haremos.
-¿Qué? No, no...
-Sí, llévate al bebé. - Murmuré y le entregué a Theo. - Ve con él arriba, yo iré con Robert, se irá en cuanto me vea.
-No te irás con él.
-Volveré. - Dije rápidamente.
-No, Elizabeth... No.
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Medievales ; scarzzie.
Hayran Kurgu'Sí tu amor es un pecado, que me consuman las llamas del infierno.'