Me perdí en los meandros de una receta de cerdo frito y la cocción de mi arroz. Luego me puse a componer pequeñas crème brûlées para el postre. Mimé los que eran mis favoritos y los dejé enfriar. Sólo entonces me di cuenta de que me estaban observando mientras cerraba la puerta de mi nevera.
Lucius estaba apoyado en el marco de la puerta y me escudriñaba atentamente. Me quedé helado ante tanta intensidad en sus ojos y le dirigí una mirada interrogativa. Ante su silencio, decidí interrumpirlo yo mismo.
-Iba a llamarte para cenar. Acabo de terminarla pero eso, ya lo sabes-, sonreí, tenso.
Él esbozó una media sonrisa y entró de lleno en la cocina. Le vi señalar un armario con una mirada interrogante y supe que me estaba preguntando dónde estaban los platos. Asentí con la cabeza en señal de sorpresa y lo conformé. Tenía que acostumbrarme a verlo tan... extrañamente humano.
Cogió los platos y los cubiertos y empezó a poner la mesa tranquilamente, observando con el rabillo del ojo cómo movía el salteado de cerdo.
Finalmente nos serví y nos sentamos en silencio. Me llevé el primer bocado a los labios y sólo pude felicitarme, era una delicia, no para presumir.
-¿Dónde aprendiste a cocinar?-, preguntó de repente Malfoy.
Interrumpí mi tenedor a medio camino entre mi boca y mi plato. Lo bajé, un poco avergonzado.
-Mis tíos me enseñaron a cocinar-, sonreí, medio mintiendo.
-¿Tus tíos? No sabía que Lily o James tuvieran algún hermano-, señaló.
-Petunia es la hermana muggle de mi madre-, refunfuñé.
-Parece que no la llevas en tu corazón-.
-Lentamente, te veo venir con tus discursos sobre la pureza de la sangre-, dije inmediatamente. -Mi tío y mi tía eran horribles, sin duda. Pero no toda la gente muggle es así-.
Me quedé helado al escuchar lo que acababa de revelar.
-¿Horribles? ¿Qué han hecho?- Preguntó, pareciendo genuinamente curioso. -Y no culpo a los muggles de ninguna manera. Sólo deploro la mezcla de sangre que debilita el núcleo mágico-.
-Sabes, hay una investigación muggle muy interesante sobre la endogamia. Los magos han escapado de ella durante demasiado tiempo y cuando ves la locura que se manifiesta en muchos Sangre Pura, puedes permitirte dudar de los méritos de tus matrimonios puros-, dije, mortalmente serio.
-Esto no excluye el hecho de que la mezcla debilite el núcleo mágico-.
-Así que puedes elegir entre morir en un desenfreno de locura acompañado de deformidades que no tardarán en aparecer o vivir con un potencial mágico debilitado. personalmente, no me arrepiento de ser mestizo. No quiero terminar como Bellatrix. Ah, y comprueba tú mismo lo debilitada que me he vuelto por la sangre muggle-, añadí, haciendo girar nuestras dos copas con un movimiento de la mano, sin varita, sin hechizo.
Me observó hacerlo con una fina sonrisa en el rostro.
-No podemos arriesgarnos a la extinción de los magos y esa es una opción que debemos considerar. Tú sólo eres una excepción-.
-Una excepción que tendrá una poderosa descendencia que espero que se extienda por varios linajes-, murmuré, reflejando mi deseo de tener hijos, presente desde hace varios años. -Además, los hijos nacen de parejas muggles, no nos extinguiremos-.
-Porque tenían un mago o un cracmol en su ascendencia-.
-¿Has sido capaz de verificar esto cada vez- Pregunté.
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WHEN EROS MEET THANATOS
FanfictionCuatro meses después de la Batalla de Hogwart, Harry se recupera lentamente, a salvo en su mansión. Hasta que un día Kingsley deposita en su puerta a un Lucius Malfoy extrañamente conciliador, condenado a muerte. Resulta que el Lord ha formulado com...