Hogar pt.2

13 0 0
                                        

—¡Y así fue como Channie y yo nos conocimos, por una cerveza que ni siquiera se tomó! —solté una gran carcajada mientras me aferraba al brazo de mi novio, que sonreía divertido igual que nuestros amigos.

—Pero te la regalé, amor. Además, fue muy romántico, más que en las películas que vemos.

—¿Más romántico que cantar una canción enfrente de una multitud, perseguir a alguien hasta un aeropuerto o estación de autobús o una cena elegante? —lo miré con las cejas alzadas, riendo ante su gesto afirmativo—Si, claro.

—Vale, vale, entonces más romántico que las estrategias culeras de Chen.

—Si lo pones así, fuiste el mejor galán de película, digno de un premio por ser tan flamante caballero.

—Yo digo que está bien, Baekkie -Jiyong se encogió de hombros risueño por las tonterías que decíamos— De todos modos ¿Quiénes somos nosotros para juzgar?

—No es como que nuestra confesión haya sido muy conmovedora. O tal vez si, para una novela de bajo presupuesto para niñas de 10 años —concordó Seunghyun esbozando una pequeña sonrisa también. Realmente tenía buen sentido del humor a pesar de su semblante serio.

—¿En serio? ¿Por qué? ¡Cuenten su historia, es su turno! ¿O Chan ya la sabe? ¡¿Por qué no me contaste?!

—Ni siquiera yo la se, tampoco soy tan metiche como crees, cielo.

—Te sabes todas las historias del vecindario, cariño —le contesté en el mismo tono.

-¿Quieren escuchar como conocí al apuesto, alto y galante caballero al que dejé por Seunghyun? -preguntó como si fuera la cosa más normal del mundo, causandonos un ataque de risa a mi novio y a mí pero un bufido de molestia a su esposo.

-Con eso no se juega, Kwon.

-Yah, lo siento mi amor. Bueno, tampoco es que este tan equivocado.

Éramos dos jóvenes de familias con buena posición económica para la época...

-Lo relatas como si hubiera sido en el año 1800, relájate.

-Casi.

-¿Casi?

-Te pregunto.

-¡Jiyong!

Como decía, éramos dos jóvenes de edades similares pero con gustos diferentes, aparentemente. Yo me preparaba para ir a la universidad a estudiar Diseño de Modas, mi familia se había dedicado a eso por generaciones y yo estaba encantado de seguir la tradición, no me imaginaba haciendo otra cosa.

Por otro lado, el buen Seunggie no tenía intenciones de estudiar una carrera formal, solo quería dedicarse a explorar el campo, la naturaleza y todos sus elementos. Él ya tenía curiosidad por la magia, sabía de su existencia y quería seguir aprendiendo, pero necesitaba paz interior en el bosque para hacerlo. Su familia no estaba muy de acuerdo que digamos sin embargo se dieron cuenta que de nada iba a servir insistirle que lo dejara, pues el joven ya era un terco desde ese entonces.

¿Cómo es que llegamos a cruzarnos? Pues yo había ido al bosque por una razón levemente parecida; buscaba inspiración para nuevos diseños de ropa. Asi que ahí estaba yo sentado en un tronco caído, con mi libreta y lápiz en mano cuando de pronto ví como el árbol frente a mi ,que estaba tomando como referencia, cambió de color. Talle mis ojos sin poder creer lo que veía. Yo no consumía drogas ni nada por lo que no entendía qué estaba pasando, pero todo se resolvió cuando apareció él.

-Aquí es donde entro yo -su esposo dejó su taza de té a un lado y aclaró su garganta.

Estaba intentando practicar un hechizo de transformación básico en algunos árboles porque... Porque si. Entonces escuché un pequeño grito agudo justo después de que pinté un árbol de amarillo. Inmediatamente pensé que alguien me había visto y ya estaba preparado para retroceder el tiempo cuando me asomé y vi a un joven vestido de forma muy elegante. Nunca había visto a alguien tan bello, así que me quedé en mi lugar sin hacer nada, hasta que él también me notó.

Madly BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora