Bajé del taxi después de pagar, y lo primero que ví fue la puerta trasera del bar, en un callejón, por donde entraban los clientes. Obviamente no era un club de primera categoría pero menuda pinta de mierda que tenía la fachada; con pintura descarapelada, una puerta metalica abollada y un letrero neón cuyas luces apenas brillaban anunciando "Casa Cube". Además, para acabarla de joder, había un gran contenedor de basura que olía como si hubiera alguien muerto dentro.
Estaba a punto de tocar la puerta cuando escuché sonidos del interior indicando que se iba a abrir, pero grande fue mi sorpresa al ver salir a un tipo alto y fornido y con mala cara que llevaba arrastrando a una mujer, para posteriormente lanzarla al basurero, como si fuera una muñeca de trapo vieja y rota. La miré apenas un instante, notando su aspecto enfermizo y con varias erupciones en la piel.
-¿Y tú qué quieres? La casa abre hasta las 7:30 -gruñó el mismo hombre de antes, limpiandose las manos frotándose contra su camisa con gesto de asco.
-Hazte a un lado, Johnny -una voz femenina aguda se hizo presente, al igual que su dueña: una chica joven con una larga cabellera pelirroja, que llevaba puesta una blusa de tirantes con profundo escote que revelaba la falta de sostén. Inmediatamente aparté la mirada al sentir la suya sobre mi -La mercancía nueva ya llegó.
El chico me miró nuevamente pero con una sonrisa lasciva, haciéndose a un lado para dejarme pasar. Incluso ya habiéndole dado la espalda, aún podía sentir su mirada penetrante en mi espalda (o un poco más abajo).
-¿Cómo te llamas? -preguntó la chica desconocida con tono desinteresado, mientras caminábamos por el pasillo.
-Byun Baekhyun.
-Hmm... Podemos llamarte Byunhyu... No, poco interesante - pensó en voz alta, deteniéndose de golpe para exclamar con entusiasmo - ¡Ya sé! ¡Serás ByunByun!
<<Ya mejor diganme cara de cola>>
Suspiré y asentí, suponiendo que no podía negarme. Llegamos a lo que parecía ser la sala de estar y era peor de lo que me imaginaba: en la mesa de cristal había varias lineas de polvo blanco, un tazón con pastillas de diferentes colores y en un sillón de cuero negro había manchas secas de lo que suponía era semen. Había varias mujeres dispersas, siendo todas delgadas y con prendas diminutas, con maquillaje recargado y tacones altos.
-Vamos, el jefe tiene que registrarte -dijo la chica jalandome suavemente del brazo.
Entramos a la oficina del hombre canoso y pasado de peso que se encontraba sentado en su silla reclinable, mientras fumaba un cigarrillo.
-Señor, ya llegó el nuevo - murmuró la chica en un tono forzadamente respetuoso, que me recordó al que usaba cuando me dirigía a la señora que me parió.
-No soy ciego, zorra - respondió de mala manera, e hizo un gesto para que me acercara- Tengo entendido que eres marica, ¿Cierto?
-Si, señor -respondí entre dientes, apretando los puños.
-Pues la mayoría de tus clientes serán hombres seguramente, pero si una mujer viene y paga por ti, tomarás viagra si es necesario - escupió y comenzó a anotar en una libreta algunas cosas.
-Si, señor.
-Necesito fotos tuyas para agregarlas al catálogo del club - tomó una cámara Polaroid y me miró, esperando que yo hiciera algo.- Mueve el culo,maldición.
Yo me quedé quieto, sin saber bien qué tenía que hacer, entonces la pelirroja me empujó al sillón que estaba detrás de mí y el jefe se acercó con la cámara en mano.
-Solo pon poses de zorra.
La chica se colocó detrás de él disimuladamente y empezó a hacer poses para que yo las replicara. Con algo de vergüenza comencé a hacerlas, abriendo mis piernas, tocando mi pecho, llevando mis dedos a mi boca y otras más, sintiendo que después de un rato me salía bastante natural.
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Madly Broken
RandomByun Baekhyun tenía tan solo 18 años, sus condiciones económicas y sentimentales no eran las mejores pero siempre intentó ser feliz con lo poco que tenía... Hasta que lo perdió, rompiendo su corazón y esperanzas, llevándolo a hacer cosas que nunca i...