El tiempo no curaba las heridas. Ni siquiera se molestaba en ayudar a mitigar el dolor de mi corazón aún latente pero no vivo.
Habían pasado dos meses desde ese trágico día y las cosas se encontraban tranquilas hasta cierto punto. Pasaba mis días cuidando a Hara y a Seung junior desde el amanecer hasta el anochecer, mientras su alegre padre salía a vender productos en el centro de la ciudad, llegando casi siempre con las manos vacías de dinero, y con toda la hermosa ropa que elaboraba y las frutas frescas que cosechaba aún en su bolso.
Yo había intentado una vez usar mis poderes desde casa para hacer que la gente comprara los invaluables productos de Jiyong, pero como él viaja con una burbuja de protección todo el tiempo, detectó mi truco y al volver me regañó un poco. Era muy orgulloso y honesto, no quería que lo ayudara a ganar dinero de esa forma.
Más tarde, ese mismo día, Seunghyun me dijo que él también lo había intentado antes sin éxito, igual que yo. Quise reprocharle por no haberme advertido, pero no tenía caso porque aunque lo hubiese hecho no lo hubiera escuchado.
En lugar de hacer "trampa" he procurado regar en las mañanas, en su día correspondiente, a todas las plantas, árboles y arbustos del jardín. Incluso hice un pequeño calendario personalizado para recordar la rutina.
Limpiaba el polvo de sus hojas y tallos y construí (mejor dicho, aparecí de la nada con el hechizo CreOm) un techo plegable, por si llegaba un día de mucha lluvia que amenazaba con inundar la tierra y arruinar las plantas con flores.
Me esforzaba mucho en protegerlas porque deseaba que se vieran lo más radiantes y saludables posibles, tal vez así la gente le compraría mucho a Jiyong y un día llegaría a casa con el bolso vacío y la cartera llena.
Además, esos pequeños seres vivos e indefensos me recordaban a mi. Me causaba dolor el ver que unas rosas que apenas florecían eran aplastadas todos los días por la cruel lluvia de abril. Sus pétalos caían sin poder evitarlo, y los que aún se sujetaban mostraban bordes tristes y marchitos, indicando que serían los siguientes en perecer.
Podía salvarlas y traer de vuelta a las caídas con sólo un toque, pero en este punto ya he entendido la ley no escrita de Jiyong y Seunghyun: no uses la magia para resolver algo que puedes hacer tu sólo.
No tenía habilidades para construir cosas y tampoco tenía los materiales, así que aproveché un pequeño hueco legal para usar la magia y crear el techo del jardín (según yo, como tenía toda la intención de hacerlo yo mismo pero mis recursos eran limitados, tenía derecho a usar mis poderes).
¿Podría pasarme algo así? ¿Podría haber alguien que me diera al menos un trozo de madera o una manta vieja para cubrirme de la desgracia y vergüenza que caía sobre mi arruinada alma?
Creo que no soy tan especial o siquiera hermoso para que alguien se interese así por mi. Al menos no en serio.
Me cortarían una vez recuperado, terminaría en un común o elegante jarrón donde todos podrían verme, olerme y acariciarme. Sin embargo se olvidarían de que estoy ahí, vivo, y que necesito agua, luz y un poco de cariño.
Por supuesto, en cuanto el primer pétalo caiga y se rompa esa imágen perfecta de gracia y belleza eternas, me tirarán a la basura sin sentir un poco de lastima por mi, otra vez...
De cualquier modo eso no importaba ahora, porque tenía padres amorosos que me despertaban con besos en mi cabeza y me arrullaban con canciones bonitas, demostrando que tenían buenas voces para cantar. Jiyong me preparaba hot cakes con huevos revueltos para el desayuno, con un té de lavanda para acompañar.
Respecto a lo de mi... eso, ellos dijeron que debía recibir ayuda profesional, pero claramente no teníamos los recursos para eso. Seunghyun confesó que deseaba aparecer un costal de dinero sólo para poder pagarme un buen doctor, pero no podía por más que quisiera.

ESTÁS LEYENDO
Madly Broken
AlteleByun Baekhyun tenía tan solo 18 años, sus condiciones económicas y sentimentales no eran las mejores pero siempre intentó ser feliz con lo poco que tenía... Hasta que lo perdió, rompiendo su corazón y esperanzas, llevándolo a hacer cosas que nunca i...