Después de la cena especial en casa de mis amigos, Chanyeol me trajo a casa, como siempre. Estaba muy dispuesto a entrar y beber un vaso de leche mientras veía un episodio feliz de la novela que empecé la semana pasada, cuando una cara horrenda me sorprendió apenas abrí la puerta.
Mi madre nunca me recibe así a menos que llegue tarde y este no es el caso, no entendía nada.
-¿Dónde carajos has estado?
Repito, no le interesa protegerme o algo así, solo tiene ganas de molestarme, y claro que lo está consiguiendo, últimamente me ha preguntado eso con una mirada sospechosa, pero no esperaba que me interceptara de este modo.
-¿Qué te importa?
-Hijo de-
-¿De perra? ¿Eso ibas a decir? -sonreí burlón- Porque me parece que es cierto.
-¡Es increíble, cada día eres mas insoportable y más imbécil!
-Igualmente. ¿Por qué diablos te importa dónde estuve?
-Ya me enteré que andas juntandote con unos drogadictos que además hacen brujería y cosas del demonio -su mirada furiosa me reprochaba.- Y además son maricas, como tu. No esperaba menos de ti pero es el colmo ¡Hueles a marihuana, te has vuelto un adicto!
<<¿Qué... Mierda... Ha... Dicho?>>
-Retira tus palabras, porque no tienes idea de nada, idiota -murmuré entre dientes, apretando los puños.
-¡Tu eres el único idiota aquí, mocoso de mierda, y me parece que ya es suficiente con tus tonterías!
-¿Adivina que? ¡yo estoy harto de las tuyas también!
-¿Lo ves? Juntarte con esa gente solo te pudrió más el cerebro, si es que tenías uno.
-¿Estamos hablando de mi o de ti, maldita desgraciada? ¡Eres una puta ignorante; no me conoces para nada, ni a mi novio ni a mis amigos! ¡Ellos son mejores padres que tú y definitivamente mejores personas que tu! -exclamé a gritos, sintiendo cómo la garganta se me desgarraba, las venas de mi cuello se marcaban y mi interior ardía. No iba a permitir por nada del mundo que hablara así de personas tan nobles como ellos, no tenía ningún maldito derecho.
Me han dado techo, comida y amor, se han portado tan gentiles conmigo que empiezo a verlos como mi familia. Podrían ser mis padres, me encantaría que lo fueran...
Ellos son mi familia. Ella solo es una desconocida que me dió a luz y me amó un tiempo para después tratarme como basura.
-¡BASTA, ES SUFICIENTE!
-¡SI, ES SUFICIENTE, ESTOY HARTO!-devolví en el mismo tono, invadido de un extraño valor. Iba a pasar al lado de ella para ir a mi cuarto y golpear mi almohada, cuando su delgado brazo me detuvo.
-Tu no vas a ningún lado, ese ya no es tu cuarto ni esta tu casa.
-¿Qué dices?
-Te largas de aquí ahora mismo, Baekhyun. Debí hacerlo antes pero el idiota de tu tío me hubiera demandado - bufó molesta, refiriéndose a mi tío pseudo psicólogo, el único de la familia que me tomaba en cuenta.- Ahora eres "grande", así que te vas a la mierda y te arreglas por tu cuenta, tu no eres mi hijo.
Abrí mucho los ojos por la sorpresa. No es que la quisiera todavía, no sentía ni una pizca de afecto, lo indignante era su falso papel de madre correcta o santa, quería hacerme sentir mal, para variar.
-Entiendo -agarré las maletas que se tomó la molestia de hacer por mi y se encontraban encima de la mesa de la cocina.- ¡Pero antes quiero dejar en claro que yo no maté a mi padre como dices y tampoco fue mi culpa que te convirtieras en una perra!

ESTÁS LEYENDO
Madly Broken
De TodoByun Baekhyun tenía tan solo 18 años, sus condiciones económicas y sentimentales no eran las mejores pero siempre intentó ser feliz con lo poco que tenía... Hasta que lo perdió, rompiendo su corazón y esperanzas, llevándolo a hacer cosas que nunca i...