—Siempre me ha gustado tu cama, es tan suave y cómoda — sonreí algo somnoliento, tocando con mis dedos el colchón en el que reposaba. Parecía ser más viejo que el que yo tenía, pero Chanyeol no lo pateaba ni le daba de puñetazos ni lloraba encima de este todos los días, así que tenía sentido que estuviera en mejores condiciones.—Lo sé, a veces creo que te gusta más que yo.
—Channie, no digas eso — reí bajo mientras sentía sus labios en mi mejilla, sus brazos me rodeaban, él estaba acostado detrás mío y me envolvía en un cálido abrazo que deseaba durara para siempre. — Nada me gusta más que tu en el mundo.
— Es un honor ser tuyo y que tú seas mío. El hecho de que vengas a vivir conmigo me llena de alegría, ahora podré despertar contigo todos los días — sonrió sin dejar de besarme tiernamente, me dí la vuelta para recibir sus besos en mis labios.
—Yo también estoy feliz, amor. Las circunstancias son una mierda, pero en serio me gusta esto.
— Ah, mi pequeño tan grosero como siempre — negó con la cabeza, divertido. — Pero entiendo tu frustración, realmente fue algo... Feo.
— Fue una mierda, no hay otro modo de describirlo.
— Está bien, por esta vez no diré nada sobre tus modales — dijo dando un suave toque en mi nariz con su dañado dedo (sinceramente perdí la cuenta de las veces que se le ha caído un ladrillo encima),— Y creo que para compensar todo esto, podemos salir esta noche.
—¿Podemos ir al centro? ¿En serio? — abrí mi boca sorprendido, ya que en los últimos meses Chanyeol no había tenido mucho trabajo y era raro que tuviera el dinero suficiente para salir juntos.
—Hoy podemos, cielo.
Entre pequeñas risas y abrazos, nos colocamos los zapatos de nuevo, tomamos chamarras ligeras, las llaves del auto y bajamos del departamento.
Chanyeol puso el coche en marcha, una canción adecuada en la radio y viajamos por una hora aproximadamente, sacando de vez en cuando las cabezas por la ventana para disfrutar del aire ligero del verano y ver las estrellas en el cielo. La letra que acompañaba a la melodía repetía la palabra correr una y otra vez. Una sensación de euforia nos invadía, a pesar de que la canción era realmente triste si lo pensabas bien. Correr por un amor no correspondido. Decidí que nosotros corríamos por un amor sincero, teníamos motivos para reír, podíamos reír.
Hazme correr más
Por favor, hazme correr más
Incluso si mis pies están llenos de cicatrices
Porque sonrío siempre que te veoCorro, corro, corro de nuevo, no puedo parar
Corro, corro, corro de nuevo, no puedo evitarlo
Solo puedo hacer esto, de todos modos
No puedo hacer nada más que amarteUna vez que llegamos al centro de la ciudad, dónde había más edificios, personas y movimiento en general, Chanyeol me preguntó a dónde quería ir.
Sabía lo que eso significaba, teníamos las opciones de siempre: una heladería o un restaurante barato, esperando alcanzar mesa. Optamos por la heladería, y tomados de la mano recorrimos las iluminadas calles hasta ver el letrero del negocio. Estaba casi vacío, con sólo dos personas delante de nosotros, lo que nos daba tiempo suficiente para pensar en qué pedir.
Y sabía que teníamos las opciones de siempre: un helado sencillo de vainilla, fresa o chocolate, los más económicos.
Pero hoy no, era una noche diferente y merecíamos algo diferente.
— Deme un batido de fresa con chocolate, por favor. — ordené una vez que fue nuestro turno de pasar a la caja.
—Baek, no quiero incomodarte ni desilusionarte, pero... No creo se pueda comprar eso — susurró al mismo tiempo que hacía una mueca de preocupación y mostraba su cartera medio vacía.
—No te preocupes, se puede — le enseñé dos billetes grandes que había recibido de propina en el bar la noche anterior, suficientes para pagar nuestra bebida.
Una vez que recibimos el pedido, salimos del local muy contentos, dando un sorbo al batido por turnos.
—¿Te gusta, Channie? — pregunté al verlo beber el líquido azucarado con muchas ganas.
— No esperaba que fuera tan bueno, espero que podamos pedir otro la próxima vez.
—Trabajaré duro entonces, con tal de verte disfrutar así.
—Oh no, no es necesario — frunció el ceño y puso el vaso en mis manos para que me terminara el batido. — Yo soy responsable de eso, déjamelo a mi.
— Creo que te presionas demasiado, además ahora vivo contigo tengo que ayudarte con los gastos, amor — expliqué con calma.
—Nada de eso, yo prometí darte la mejor vida posible y lo haré — murmuró con la cabeza agachada, sólo levantando la mirada para ver a las demás parejas que andaban por la calle luciendo pulseras, collares, anillos o ropas a juego, que debían ser realmente costosas. — De verdad que lo haré.
— Sé que siempre cumples tus promesas así que no estaré preocupado por eso — aprovechando que se había quedado quieto, me pare de puntas para darle un beso en la mejilla, sintiéndome completo al verlo sonreír de nuevo.
Mi único trabajo es amar y hacer feliz a Chanyeol, muy sencillo y gratificante. Dudo mucho estar desempleado algún día.

ESTÁS LEYENDO
Madly Broken
AcakByun Baekhyun tenía tan solo 18 años, sus condiciones económicas y sentimentales no eran las mejores pero siempre intentó ser feliz con lo poco que tenía... Hasta que lo perdió, rompiendo su corazón y esperanzas, llevándolo a hacer cosas que nunca i...