Veamos... Tenía alrededor de 4 años, era mi primer día en el preescolar y me sentía feliz por conocer más niños como yo. Tenía a mis hermanos, jugaba con ellos y mis papás y era feliz pero pensar en salir de casa y estar yo solo haciendo otras cosas con personas diferentes me emocionaba mucho.
-Papi, ¿por qué los demás niños lloran? -miré a mi alrededor y luego a él, mientras tomaba su mano. Apenas estábamos llegando a la escuela y ya había visto a niños aferrados a los pantalones y vestidos de sus tutores, berreando como si los fueran a asesinar. Me pareció ver que uno salió huyendo por ahí.
-Es porque ellos tienen miedo de estar solitos Baek, no se quieren separar de sus padres.
-Oh... Pero yo no tengo miedo, vendrás por mi al rato -me encogí de hombros.
-Claro, tu eres el pequeño más valiente de aquí -sonrió orgulloso y se agachó para dejarme besos en mi cara y cabeza, mientras yo soltaba pequeñas risas-Pórtate bien, en unas horas vendremos por ti mamá y yo.
-Si papi, te quiero -di un beso en su mejilla también antes de dirigirme a la entrada. Arreglé mi uniforme y entré por la enorme puerta decorada con dibujos infantiles recién pintados.
Mientras buscaba mi salón, veía fascinado todo lo que me rodeaba. Lo que más me gustó era una pequeña sección de juegos, tal vez iría ahí más tarde. Estaba pensando que lo primero que haría sería ir al columpio cuando una voz un poco más aguda que la mía me habló.
-Yo iré primero.
-¿Perdón?
-Yo quiero el columpio -me giré y entonces pude ver a un niño con su cabello negro bien peinado que contrastaba con su uniforme un poco gastado. Tenía ojos rasgados y labios delgados que mantenían una curva en los extremos a pesar de estar serio.
-Oh... Pero mira, hay dos, podemos subir los dos al mismo tiempo. Por cierto, soy Byun Baekhyun -le sonreí sin entender muy bien que en realidad el infeliz me estaba amenazando. Supongo que le sorprendió mi respuesta y mi amabilidad, porque me miró extrañado unos segundos antes de sonreír.
-Soy Kim Jongdae ¿Cuántos años tienes?
-Tengo 4 años, mi papá dice que ya soy grande -sonreí feliz pero ví como Dae se puso serio de nuevo y me preocupé-¿Estás bien?
-Si -suspiró y siguió mirándome con curiosidad pero sus ojos se abrieron en grande al ver algo en particular-¡Tienes un dinosaurio!
-¿Dinosaurio? -me mire a mi mismo y entonces me di cuenta que se refería a un llavero que llevaba en mi mochila-Ah, dinosaurio. ¿Te gusta?
Asintió muy emocionado. Parecía quererlo así que decidí quitarlo y extendí mi mano para dárselo. Venía como obsequio en una cajita feliz de Mc Donalds, pero no era el juguete que quería (era mil veces mejor una varita mágica con luces que un simple dinosaurio), por lo que no me dolió regalarselo.
-Toma.
-¿Me lo das? -se sorprendió otra vez.
-Si, es tuyo -titubeó un momento antes de tomarlo y lo acaricio con cuidado antes de guardarlo en el bolsillo de su pantalón.
-Gracias... ¿Te sientas conmigo?
-¡Si! -su sonrisa se ensanchó ante mi respuesta y yo por dentro pensé en que se parecía a un gato, un gato sonriendo.
Nos fuimos tomados de la mano a nuestro salón. Afortunadamente no entramos demasiado tarde y además pudimos sentarnos juntos, así compartí mis crayolas nuevas con él (porque las suyas eran exageradamente pequeñas y no podía agarrarlas bien) y hablábamos bajito cuando la maestra se distraía.

ESTÁS LEYENDO
Madly Broken
De TodoByun Baekhyun tenía tan solo 18 años, sus condiciones económicas y sentimentales no eran las mejores pero siempre intentó ser feliz con lo poco que tenía... Hasta que lo perdió, rompiendo su corazón y esperanzas, llevándolo a hacer cosas que nunca i...