Fantasía Barata pt.2

7 0 0
                                    

Nuevamente nos encontrábamos en casa de mis padres, pero no estaba particularmente animado.

Recién empezaba la época decembrina y la casa ya estaba completamente decorada. Obviamente la pareja mayor no profesaba la religión en la que se celebraba la Navidad, sin embargo disfrutaban de poner un árbol de mediana altura, del que colgaban piedras de diferentes colores y que en la punta lucía una estrella de cristal que almacenaba en su interior un poco de polvo auténtico de este cuerpo celeste.

Mis adornos favoritos eran las esferas de nieve colocadas en las repisas. Eran echas a a mano, tenían adentro nieve fresca que giraba, caía a modo de lluvia o simplemente estaba asentada en los pequeños mundos artificiales. No necesitaban agitarse para funcionar; la nieve tenía vida propia gracias a un hechizo simple de MovEter, el cual hacía que el objeto o incluso persona señalada se moviera sin parar, en cualquier dirección.

—¿Por qué te gusta tanto esa en específico, Baek? —preguntó Jiyong con curiosidad al ver que me la pasaba mirando una esfera de base carmín, cuyo espectáculo miniatura era un copo que parecía de cristal girando en el centro, mientras partículas más finas de nieve caían a la vez. El copo de mayor tamaño dejaba de girar en cierto punto para después romperse en pequeños fragmentos y bailar libremente, lo más libre que se podía en su controlado ambiente. Nuevamente volvía a juntarse para formar el copo de nieve central y el ciclo se repetía.

—Me parece muy hermoso el movimiento que hace. Sé que es exactamente el mismo cada vez, pero aún me emociona ver como esos fragmentos se dispersan y vuelven a reunirse, parece ser su destino irse y permanecer juntos al mismo tiempo —expliqué distraídamente, contemplando el proceso que estaba describiendo—. Uh, lo siento, creo que sonó muy deprimente.

—No, no, es una gran reflexión, mi niño —se sentó a mi lado en el sofá de gamuza café y acarició mi cabello antes de volver a hablar—. Puedes quedartela si quieres.

—Oh no, no podría — negué efusivamente y dejé de mirar el objeto—. Te esforzaste haciéndola, es tuya.

—Nah, en realidad no es muy difícil hacerla. Te enseñaré cómo elaborarla en unos meses, cuando domines la magia permanente.

La magia permanente se refería a los hechizos que una vez lanzados seguían funcionando aún si dejabas de ponerles atención, como en este caso la nieve en movimiento: Jiyong no lo estaba controlando en ese momento ni cuando estaban guardadas las esferas en su caja el resto del año; al momento de crearlas aplicó el encantamiento y se ha mantenido desde entonces. Es una habilidad que todavía no he llegado a dominar, pues después de unos minutos la magia deja de funcionar. Probablemente en un tiempo más podré hacerlo. Mi único consuelo es que Chanyeol va atrasado casi dos temas y mis maestros y yo desconocemos la razón, pero se siguen esforzando para que avance.

Volviendo al tema, acaricié la superficie de fino cristal y agradecí a Jiyong con una sonrisa por el regalo.

—De todos modos, el regalo de bodas será aún mejor —prometió con una sonrisa complice y alzando las cejas.

—Oh por favor, no es necesario —suplique nerviosamente. No quería que gastaran dinero o tiempo en la boda, que se llevaría a cabo en unos meses. Si, iba a ser un evento muy importante para todos y eso, pero no terminaba de sentirme completamente satisfecho.

—Ya sé que nuestra presencia es suficiente pero en serio queremos darles algo más significativo.

—Ah, llego en buen momento entonces —dijo Seunghyun al entrar a la sala, estaba en el cuarto de los bebés arrullandolos.— Llamaré a Chanyeol, tenemos algo muy importante que decirles.

Solamente pude asentir en silencio, respirando profundamente para controlar la taquicardia que me había dado hace unos segundos. También comenzaban a sudarme las manos, maldición.

Madly BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora