6 de septiembre de 2021, Buenos Aires, Argentina
Estaba decidido. Estaba tan decidido que sentía pánico.
Me desperté esa mañana con la idea en la cabeza y después no me la pude sacar más. La noche anterior recién llegamos de vuelta a Buenos Aires, pero Andrómeda y yo nos sentíamos tan agotados de todo el viaje que nos quedamos a dormir a la caravana en lugar de llegar al departamento de una buena vez. Y en la mañana cuando me desperté y la vi, durmiendo plácidamente a mi lado, desnuda, su rostro relajado y hermoso, lo supe. Supe lo que debía hacer y no iba a esperar ni un segundo más.
Me sequé el sudor de las manos contra el jean mientras sostenía el celular apretándolo con la cabeza contra el hombro.
—Dale pelotudo, atiende. —agarré el celular de vuelta con la mano y empecé a morderme las uñas.
Morderme las uñas era un mal hábito, lo sabía, y uno muy malo. Pero en mi defensa diré que no lo hacía tan seguido, solo cuando estaba verdaderamente nervioso. Y nunca jamás estuve tan nervioso como en ese momento.
—¿Bueno? —dijo con voz ronca.
—Rápido, necesito la talla de Andro. —jadeé con impaciencia.
No podía verlo, pero lo conocía lo suficientemente bien como para saber que frunció el ceño. Soltó un gruñido.
—¿Qué hora es?
—Daniel, es importante. —exigí.
—La puta que te parió. —gruñó de nuevo— Son las ocho de la mañana Valentín, más te vale que sea importante.
—Te estoy diciendo que lo es, ¿podes atenderme por un maldito segundo?
—Bueno, ya me despertaste, y ¿realmente tengo otra opción?
—No, realmente no.
—Era una pregunta retórica, estúpido.
—Ah, ¿pero vos sabes lo que es eso?
—¿Me llamas para insultarme? Bueno listo, voy a cortar.
—¡No! —exclamé— Pasa que siempre querés discutir, no se puede hablar con vos.
—Dale Dani, regresa, es re temprano. Ni salió el sol. —oí murmurar a una mina, asumía que María, parecía su voz.
—Regálame un segundo, nena. —oí el sonido de un beso— Valentín. —lo oí de regreso al celu.
—Uh, no sabía que te jodía el garche. —me reí.
—No me jodiste ningún garche, estoy durmiendo en lo de Mari. —chasqueó la lengua— No tengo que darte explicaciones. Céntrate, llamaste por algo.
—¿Qué? —dije confundido levantando una ceja.
—Dale forro, me quiero regresar a dormir.
—Ah, sí, cierto. Andro. —recordé— Necesito saber su talla.
La línea se quedó en silencio durante un minuto entero. Cuando comprendí el motivo, entonces gruñí.
—¡Daniel!
—¡La puta madre! —exclamó por el susto.
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Caravana ~ Wos
FanfictionSegunda parte de "Andrómeda" "Vamos a recorrer Argentina en caravana, ¿y sabes qué haremos después? Después recorreremos España en caravana." "Caravana"' vibes story. ↠No se aceptan copias ni adaptaciones. ↠Intento de lenguaje argentino.